Chumacero, la brevedad y la largueza
Breve, muy breve, es -casi siempre- lo primero que se dice sobre la obra de Alí Chumacero. Después, uno se da cuenta que la medida responde a una matemática atroz, de tan simple casi tonta. Breve, dicen, porque nada más tiene tres libros. Páramo de sueños (1944), Imágenes desterradas (1948) y Palabras en reposo (1956). Menos mal que no han contado el número de letras de cada poema suyo o la cifra que resulta de sus palabras juntas. Porque ni así se entienden la profundidad o la largueza. Para leer más dar clic en el título.
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