“La poesía está para quien la necesita, en el momento que la necesita”, nos dijo ayer María Baranda, en una breve plática que tuvimos con ella después de la conferencia de prensa en la que se anunció que es la ganadora del Premio de Poesía Jaime Sabines/Gatien Lapointe 2015. Y otras frases dejó rondando en nuestro pensamiento: “Que del dolor salga un canto, es parte de los deberes del viaje del poeta.”
Fue emocionante escucharla y escuchar también a quienes se refirieron a su trabajo con comentarios elogiosos y alegres, colmados de una sincera admiración y reconocimiento. La voz poética de María Baranda, plena de sutil intensidad, se suma a las de doce poetas más que han recibido este premio: comenzando por nuestro Alí Chumacero, hasta el haitiano Anthony Phelps que fue el recipiendario en 2014.
Este es un importante premio binacional que se otorga a partir de la colaboración entre el Seminario de Cultura Mexicana y el Festival Internacional de Poesía de Trois-Rivières de Quebec. Este año un jurado quebequense eligió, por unanimidad, otorgar el premio a María Baranda, por su “amplia paleta estilística que nos conduce a un mundo pleno de imágenes transparentes de una gran eficacia”. Gastón Bellemare, Director del Festival de Poesía de Trois-Rivières y miembro del jurado, tomó la palabra en la conferencia de prensa y recordó que este premio se creó para conmemorar la obra de dos grandes poetas, Jaime Sabines, mexicano, y Gatien Lapointe, quebequense.
Todos los participantes en la conferencia de prensa fueron sumando sus comentarios para dejar patente la importancia de celebrar y premiar a los poetas, a la poesía, pero también al trabajo editorial que arropa y difunde esa labor y al de los traductores que, con sensibilidad e inteligencia, acercan a los poetas a lectores de otras lenguas. En este caso se premian tres textos de María Baranda publicados en edición bilingüe francés-español: “Moradas Imposibles/Fábulas de los perdidos”, traducidos por Fabienne Bradu, y “Atlántica y El Rústico”, traducido por Nicole y Émile Martel.
La Maestra Silvia Molina, Presidenta del Seminario de Cultura Mexicana, manifestó su beneplácito por la designación de María Baranda, destacó la transparencia de su voz poética y elogió su trabajo dirigido a los niños, a quienes ha acercado, con mucho tino, a la buena poesía.
También habló José María Espinasa, editor de varios de los libros de María Baranda, y en su participación se dejó sentir la grata complicidad que se establece con los autores dentro del buen trabajo editorial. Espinasa hizo patente que más allá de su compromiso editorial con María, hay amistad y admiración, y que él ha seguido su poesía como editor pero también como lector. Él fue quien publicó por primera vez “Moradas Imposibles”, en Ediciones sin Nombre que, por cierto, está cumpliendo 20 años de actividad ininterrumpida.
Marco Antonio Campos, poeta y miembro asociado del Seminario de Cultura Mexicana, habló también y dijo sentirse muy orgulloso de haber sido quien publicó el primer libro de María Baranda. Su obra, dijo, “es un largo viaje marino y mucho de ese viaje parece escucharse, verse y leerse en numerosas costas del mundo. Infancia, sueño y erotismo sus los temas más recurrentes de la poesía de María. Pájaros y ángeles vuelan y sobrevuelan en las páginas de sus libros”.
María Baranda fue la última en tomar la palabra. Se dijo agradecida y sorprendida por este premio que celebró junto a sus traductores y editores “porque un escritor nunca está solo en lo que está haciendo: se escribe en profunda soledad, porque escribir es un viaje hacia adentro, un viaje por la noche de cada quien, pero se necesita tender lazos hacia los lectores a través del trabajo editorial.”
El premio le será entregado en el mes de octubre durante el X Encuentro de Poetas del Mundo Latino a celebrarse en la ciudad de Aguascalientes.
Les invitamos a escuchar, en el audio que se encuentra bajo estas líneas, las palabras de María Baranda para Radio México Internacional.