2Originariamente, “Blancanieves y los siete enanos” fue llamada “Disney´s Folly” (El disparate de Disney).
Creyendo que un largometraje de dibujos animados podía ser más rentable que sus habituales cortometrajes, Walt Disney decidió ampliar los horizontes de su estudio mientras forzaba las fronteras de las películas de dibujos animados. Tuvo que rehipotecar su casa para financiar los 1,4 millones de dólares de presupuesto por adaptar el cuento de hadas de los hermanos Grimm, logrando que “Blancanieves y los siete enanos” fuera el primer largometraje de dibujos animados en inglés, por no mencionar que fue la primera película que contó con un álbum de la banda sonora, para ayudar a aumentar las ventas.
Aunque la exuberante belleza visual de la película es innegable, las canciones de Frank Churchill y Leigh Harline merecen ciertamente una vida aparte de la película. (Paul J. Smith fue responsable de la música incidental.) “Some Day My Prince Will Come”, “Heigh-Ho” y “Whistle While You Work” se convirtieron en piezas obligadas del libro de canciones de cualquier niño. Además, se hizo una célebre adaptación de la última por las tropas aliadas durante la segunda guerra mundial para hacer comentarios groseros sobre Hitler y sus secuaces.
Debido a que el lanzamiento de un disco de la banda sonora de una película no tenía precedentes, el estudio no contaba con una compañía de edición musical. De modo que confió en la Bourne Co., que controla las canciones de la película hasta el día de hoy.
Estrenada el 21 de diciembre de 1937, Blancanieves y los siete enanos se convirtió rápidamente en la película con la mayor recaudación hasta la fecha, preparando el camino para que la compañía Disney se convirtiera en un baluarte del cine y de los libros de canciones en Estados Unidos. A diferencia de una película de acción real, un film de dibujos animados precisa de una banda sonora que acompañe todo el metraje. De ahí la importancia de los músicos en el Estudio Disney.
Disney utilizó la música de una forma inteligente, activa y valiente; desde el comienzo, la película se planificó entorno a la partitura. Cada personaje tiene una canción concreta que lo diferencia de los demás, que ralentiza o enfatiza sus movimientos y que siempre lo acompaña.
Sin embargo, las primeras canciones no gustaron mucho a Disney, en su opinión, eran muy similares a las de un musical de Hollywood. Se escribieron 25 canciones de las cuales sólo ocho terminaron en la película. A Walt Disney le encantaban los temas que se pudiesen tatarear y que fuesen divertidos. -La pegadiza canción interpretada por los enanos cuando regresan de la mina tras una dura jornada de trabajo “Heigh–Ho”, representa el carácter amable de estos pequeños seres. La secuencia necesitó casi seis semanas de duro trabajo, pero pasó por el Swetbox sin tener que cambiar ni un solo dibujo y se convirtió en una de las más recordadas de toda la película. La otra canción famosa es “Whistley While You Work”, cantada por Blancanieves mientras limpia la casa de los enanos con una familia de pajaritos azules que inician la canción silbando. Por vez primera en la historia del estudio, una película de Walt Disney no iba precediendo un largo de otro estudio.
Entre los famosos que acudieron al estreno, estaban Charles Chaplin, Marlene Dietrich, John Barrymore y Judy Garland. Durante los tres meses que siguieron a su lanzamiento se cree que la vieron más de veinte millones de personas. El estreno mundial de Blancanieves y los siete enanos supuso un punto de inflexión en el mundo de la animación y un paso de gigante para The Walt Disney Company.
La película recibió el reconocimiento honorífico del Premio de la Academia con una estatuilla a tamaño normal y 7 figuritas más pequeñas “en reconocimiento a la innovación que esta película de animación que ha cautivado a millones de espectadores supuso para la gran pantalla y pionera en un nuevo campo del entretenimiento”.
Fue una de las primeras películas escogidas para su conservación en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y lleva décadas haciendo las delicias de espectadores y críticos.