Un hallazgo afortunado, unido a la investigación y a la visión emprendedora, fue el que dio inicio a la era de los antibióticos, que hoy sigue salvando millones de vidas al año.
La penicilina fue el medicamento que revolucionó la forma en tratar infecciones bacterianas. Fue descubierta por el famoso médico inglés Alexander Fleming. Este hallazgo no fue sólo fruto de su inteligencia, sino también de su voluntad firme y de su enorme capacidad para trabajar bien.
El laboratorio donde trabajaba era pequeño, oscuro, repleto de cosas, papeles, frascos, cajas, y cultivos. Un día Fleming salió de vacaciones y olvidó cerrar las ventanas de su oficina. Semanas después regresó y observó sorprendido que en una de sus preparaciones había crecido moho que estaba inhibiendo el crecimiento de una bacteria conocida como “Stafilococo aureus”.
Este acontecimiento le pareció curioso y separó una muestra de moho. Quería conservar aquella misteriosa planta que había matado sus bacterias. Por fin, y después de muchos trabajos, averiguó que la planta se trataba del “Penicillium Notatum; la enseñó a muchos científicos, pero nadie le hizo caso.
Un día, un policía se moría por una infección que había empezado con una pequeña llaga cerca de la boca. Después toda la sangre se le infectó. Fleming inyectó al moribundo penicilina y después de 24 horas el enfermo mejoró. Más tarde le desapareció la fiebre, empezó a comer, pero la penicilina era tan escasa que el policía falleció al cabo de varias semanas. Fleming y sus ayudantes sabían que de haber tenido suficiente penicilina se hubiera salvado.
Por fin, después de varios años de indiferencia por la penicilina, los científicos y hombres de negocios se dieron cuenta de la enorme importancia de esta para combatir las enfermedades y en el año 1943 las fábricas empezaron a producirla para ser entregada al ejército, pues en este año estaba en toda su crudeza la segunda guerra mundial.
Fleming fue merecedor del Premio Nobel de Medicina por iniciar la era de los antibióticos. Y hoy, casi 80 años después, los antibióticos relacionados con la penicilina siguen estando entre las medicinas más usadas que salvan millones de vidas en el tratamiento de las infecciones.