Cuántas veces hemos oído esta frase siempre cuando se chismorrea o se pregunta demasiado acerca de algún tema en concreto, y en más de una ocasión nos han respondido “la curiosidad mató al gato”.
Pero ¿De dónde viene esta frase y qué quiere decir?
Básicamente, se trata de una analogía entre el ‘peligro’ y un ‘gato’, considerado al felino como un animalal que se expone a numerosos peligros y riesgos por meterse en cualquier rincón.
Tiene origen inglés; fue en el siglo 16 cuando empezó a usarse. El texto original era “curiosity kill the cat” pero la expresión más común y utilizada era “Care kills a cat”, que traducida textualmente significa: “la enorme cautela mató al gato”.
La frase está relacionada con la medicina, ya que expone que la excesiva inquietud y preocupación es mala para la salud de las personas, pudiendo llegar a enfermar e incluso morir, llevándolos a la tumba antes de lo previsto.
Se pone como ejemplo a los gatos porque son animales muy cautos y cuidadosos con todos sus actos y movimientos, siendo poco sociables, queriendo descubrir por sí solos sus propias dudas.
De hecho, existe un estudio realizado en 2001, donde se demuestra que la curiosidad activa el sistema de recompensa del cerebro y éste segrega dopamina (la hormona de la felicidad).
El estudio también demostró que una vez que se despierta nuestra curiosidad no sólo aprendemos, sino que retenemos la información de mejor forma.
Por eso las cosas nos saben mejor cuando las aprendemos solos, experimentando.
Entonces quedamos que la curiosidad NO mató al gato… al contrario, lo hizo más inteligente.