Si usted anda buscando peces o crustáceos para su pecera, quizá no sea buena idea tener un camarón mantis en su acuario. Y este pequeño camarón puede partir el vidrio con tan sólo una patada.
Para que se dé idea de lo fuerte que es este crustáceo, sepa que con tan solo un golpe puede hacer un agujero al duro caparazón de una tortuga o hasta romper el vidrio de un acuario.
El camarón mantis apenas mide los 18 centímetros de largo. Pero tiene un golpe muy veloz y potente que ya lo quisiera cualquier karateka.
La patada del camarón puede alcanzar una velocidad de hasta los 100 kilómetros por hora. Tanta velocidad genera calor y un destello de luz.
Sus patas que sólo miden cinco milímetros de ancho tienen varias capas de minerales que lo hacen muy resistentes, logrando dar en toda su vida unos 50 mil golpes. De hecho esto ha inspirado a diseñar una nueva generación de chalecos antibalas.
Se han sabido de casos en los que algunos camarones mantis han roto vidrios de acuarios, pues al llegar a la esquina, se topan con la pared de vidrio, y lo único que hacen es atacar.