“Una de cal y otra de arena”, todos sabemos que este refrán se emplea para hacer referencia a situaciones que presenta aspectos positivos y negativos de forma alterna.
Por ejemplo: “Ese Cruz Azul un partido juega bien y el otro no, da una de cal y una de arena”
Hasta aquí todo parece ir a las mil maravillas, pero, entre la ‘cal’ y la ‘arena’ ¿cuál se supone que es la positiva y cuál la negativa?, ¿por qué estas dos sustancias y no otras?
a simple vista todos pensaríamos que a la cal le correspondería la parte negativa y a la arena la parte buena. pero originalmente no era así.
En realidad, esta expresión formaba parte de una más larga que decía: ‘una de cal y otra de arena, hacen la mezcla buena’ y es que la mezcla a la que se refería el dicho es la argamasa (mortero a base de arena, cal y agua) que ya en la antigüedad se utilizaban para la albañilería y la construcción de viviendas.
para que ese mortero quedase bien preparado debía llevar las mismas proporciones de cal y arena, pero eran muchas ocasiones, para abaratar costos, dicha mezcla llevaba más arena que cal, pues la arena era más barata que la cal. entonces el mortero resultante era de mala calidad y las paredes o se caían o se cuarteaban.
con el paso del tiempo, este dicho se ha acortó y se ha ido aplicando a diversos contextos.
Usted no dé una cal y otra de arena… sea parejo.