Si algo tienen en común todas las madres del mundo es esa necesidad de que sus hijos salgan cubiertos como esquimales cuando hace frío. No importa si vivimos en el ártico o en el desierto, de seguro nuestras mamás nos dijeron algún día: “No salgas sin suéter”
Pero ¿Realmente nos podemos enfermar por el sólo hecho de estar en el frío? Averigüémoslo
Durante el otoño e invierno es común que la gente se enferme de gripa, se estima que entre un 5 y 20% de la población acaba con la nariz congestionada, cuerpo cortado y dolor de cabeza. Curiosamente en estas temporadas el termómetro marca bajas temperaturas, por eso se relaciona el frío con la enfermedad.
Sin embargo, las abuelas y madres de todo el mundo podrían tener algo de razón. Un estudio realizado por Ron Eccles, director del Centro de Resfriados Comunes en Cardiff, Reino Unido, demostró que un grupo de personas a las que se les enfriaron los pies tuvieron más del doble de incidencias de gripa que el grupo de control que permaneció con sus calcetines puestos.
La conclusión del estudio fue que el frío causa vasoconstricción, en la que se comprimen los vasos sanguíneos, lo que inhibe el flujo de glóbulos blancos para combatir la enfermedad y por eso nos podemos enfermar más.
La moraleja de esta nota es que le hagan caso a sus mamás, porque el frio nos hace más propensos a los resfriados.