Tomar decisiones es una de las grandes esclavitudes que nuestro cerebro nos impone. Y no, no podemos huir de ellas.
Según los expertos, a lo largo del día tomamos en promedio unas 35 mil decisiones y cada una de estas decisiones nos abre una puerta hacia otra decisión y esto termina en agotamiento mental.
¿Me levanto o aguanto cinco minutitos más? ¿Me pongo tenis o zapatos para ir al trabajo? ¿Me afeito o lo dejo para mañana? ¿Desayuno huevos o un sándwich? ¿Tomo esta ruta o me voy por la otra?
A este círculo vicioso de interrogantes, los expertos lo llaman fatiga de decisión.
De acuerdo con el psicólogo y experto en Fatiga de Decisión, Roy Baumeister, al tomar una decisión o evitar una tentación, estas utilizando el suministro de energía mental que tienes reservado para el día. Así como sólo podemos levantar pesas un determinado número de veces antes de que nuestros músculos empiecen a doler, sólo podemos tomar un determinado número de decisiones al día antes de fatigarnos.
Sin percatarse de ello, la Fatiga de Decisión afecta a todas las personas, incluyendo a aquellas con grandes responsabilidades. Por eso la ciencia indica que es recomendable realizar las tareas más importantes por la mañana.
Se ha comprobado que la hora menos productiva del día es a mediados de la tarde, alrededor de las 3:00 pm. Por el contrario, el momento más productivo del día es dentro de las primeras dos horas de la mañana después de despertar. Esto se debe a que, al igual que el cuerpo, la mente se cansa.
La evidencia indica que la mente cuenta con el mayor número de recursos para tomar decisiones importantes al comienzo del día. En la mañana es cuando estamos mejor equipados para hacer frente a la complejidad y cuando tenemos mayor paciencia para examinar un problema difícil en una luz favorable.
Así que ya lo sabe, cuando tenga que tomar una decisión importante hágalo dentro de las primeras dos horas después de despertar.