Se llevó a cabo el pasado fin de semana el festival de música tradicional “Son para Milo”, en este año, por primera vez en Deportivo Plan Sexenal, atrás del metro Popotla. La gente acudió masivamente durante los tres días de actividades y nadie quedó decepcionado. La fiesta llegó a buen término gracias al entusiasmo de todos: músicos, organizadores, talleristas, expositores y, por supuesto, el público que que incluso supo conservar la alegría cuando la torrencial lluvia de la tarde del domingo obligó a suspender las actividades de los escenarios principales. Los sones siguieron sonando, sin micrófonos y sin electricidad, y el público no dejó de bailar en varios grupos compactos reunidos en torno a los músicos: acá los jarochos, por allá los huastecos, en el otro lado los de Michoacán, los de Guerrero…
Quien haya ido al festival de música tradicional mexicana “Son para Milo” sabe que es una experiencia única. Y quienes no lo conocen, no saben de lo que se han perdido. De verdad, no exageramos. El “Son para Milo” es uno de los más importantes festivales de música tradicional mexicana que se realizan en nuestro país y tiene la singularidad de que reúne músicos y manifestaciones artísticas de todos los rumbos del territorio. El “Son para Milo” es un festival digno de la ciudad en la que se realiza (la ciudad de México): es grande, diverso, siempre lleno y muy cordial. Esta ciudad, a la que tantos han llegado, y en la que tantos se han asentado trayendo a cuestas los sabores y los amores de sus provincias, se ha convertido en un universo peculiar en el que podemos compartir las tradiciones de diferentes lugares. Así, en el “Son para Milo” se pueden escuchar sones huastecos, planecos, jarochos, chilenas guerrerenses, piezas de mariachi tradicional, sones de arpa grande, polkas, chotices, redobas y mucho, mucho más. Se puede ver el trabajo de grupos llegados de lejos y de otros que trabajan en la ciudad de México, se puede escuchar a artistas con largas trayectorias o a otros que apenas comienzan, se puede convivir con los que hacen la música, con los que fabrican los instrumentos, con los que mantienen vivas las tradiciones. Y es que la peculiaridad del “Son para Milo” es que es un festival en el que lo que importa es la música y todos los que acuden saben que disfrutarla, bailarla, tocarla, escucharla, son parte del mismo ritual, antiguo y siempre nuevo, que nos hace vibrar al unísono y festejar lo mejor que tenemos, lo que nos hace más fuertes y mejores. Queda demostrado: nada detendrá este gran festival. ¡Enhorabuena!
Les invitamos a escuchar (en el audio que se encuentra bajo estas líneas) la entrevista que le hicimos al Profesor Rodrigo Rojas, coordinador del festival “Son para Milo”, la entrevista se hizo con la intención de promover la edición de este año. La dejamos unos días más en nuestra portada para que no se les olvide que nos encontraremos en el “Son para Milo” del 2016. ¡Felicidades a todos y hasta entonces!
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