¿Ha escuchado la palabra “pitonisa”? También conocida como vidente, hechicera o adivina. La pitonisa es a quien se le confieren dotes especiales para pronosticar el futuro.
El origen de este término nace en la Antigua Grecia, donde era común consultar el “oráculo”, estos eran lugares sagrados dedicados a los dioses, a donde los griegos asistían para averiguar acerca de su destino. Las consultas al oráculo se realizaban con diferentes fines, unos de gran trascendencia como batallas y pactos y otros de carácter más privado. Los consultantes eran de todo tipo, desde personas muy pobres hasta reyes.
En el ritual de adivinación “la pitonisa” era parte esencial. Esta mujer era la que se encargaba de recibir las inquietudes y trasladárselas a los dioses para luego responder en su nombre. Se cuenta que las mujeres se sentaban en un trípode situado sobre una grieta en el suelo de la que salían vapores. Al inhalarlos, la sacerdotisa entraba en un frenesí o delirio y comenzaba a pronunciar palabras, quizás incomprensibles, pero que los sacerdotes del templo escuchaban y escribían, y al final se la entregaban traducidas al consultante.
El nombre: “Pitonisa”, nació porque el primer oráculo y quizá el más importante para los griegos fue el de Delfos. Ahí, el dios Apolo se convirtió en delfín y dirigió a un grupo de marineros para pelear contra Pitón, una enorme serpiente que resguardaba la cueva donde fue fundado el primer oráculo de Grecia. El resultado de esa batalla fue positivo para Apolo y en honor a esa victoria, las sacerdotisas encargadas de hablar con los dioses en cada oráculo fueron nombradas “pitonisas”.
Así, fue que nació este termino que se utiliza para nombrar a las personas que dicen tener poderes de adivinación.