A todos nos ha tocado que nos llamen “güerito” o “marchante” cuando caminamos por el mercado o tianguis.
Lo de güerito se entiende, pues el vendedor intenta halagarnos para que compremos con él; pero, “marchante” …
No, nada tiene que ver con la marcha. La realidad es que este término, utilizado principalmente en femenino para dirigirse a las señoras que hacen el mandado, proviene del francés: “merchand” que significa mercader o comerciante.
Así se les denominaba a los comerciantes en Francia: “Merchants”. Es por eso que, con las expediciones francesas a lo largo del mundo, el término “merchand” se fue arraigando, especialmente en los países de América Latina, pero fue más su uso en México.
Y como buenos mexicanos, adaptamos esta palabra que originalmente era usada para los vendedores y que finalmente derivó hasta convertir ambos, tanto comprador como vendedor en “marchantes”
Así que ya lo sabe, sea usted comerciante o comprador, hombre o mujer, lo mismo da: siempre puede ser un marchante.