Texto Cecilia Kühne
Eduardo Galeano, el intrépido, el escritor, el poeta que nos abandonó el 13 de abril, decía que el mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y que cada quien sabe de qué lado quiere o puede estar. Nacido en Montevideo Uruguay en el año de 1940 se llamó de nacimiento con un montón de nombres: Eduardo Germán María Hughes Galeano, de los cuales solo conservó el primero y el apellido de su madre.
Después lo llamarían de mil maneras: “intelectual destacado de la izquierda latinoamericana”, “el más importante escritor uruguayo o “el único que sabía tomar el pulso de las enfermedades y bendiciones de América Latina”. Pero lo cierto es que Galeano es un autor imprescindible para entender la segunda mitad del siglo XX, además de un genuino apasionado del futbol y un pensador sensible y digno. Pero que sabía indignarse.
El gran libro de Eduardo Galeno , “Las venas abiertas de América Latina” fue, desde los años 70, la puerta de entrada al mundo de la vida intelectual para varias generaciones de latinoamericanos y el ejemplo para otros tantos escritores. Galeano no pasó inadvertido para nadie.
Antes de convertirse en un intelectual destacado, Galeano trabajó como obrero de fábrica, dibujante, pintor, mensajero, mecanógrafo y cajero de banco, entre otros oficios. Después se dedicó a escribir otros libros como “Memoria del fuego” y componer otros textos que trascienden géneros ortodoxos y combinan documental, ficción, periodismo, análisis político e historia. Todo ello sin olvidar la poesía impresa en todas sus palabras.
Guardemos en la memoria las obras, los hechos y otras verdades de Galeano porque, al fin y al cabo, como solía decir: somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Generosamente la actriz , lectora y mujer de la radio Margarita Castillo, puso en nuestras manos textos de Eduardo Galeano que integran ” El Sonido de la Letra” con la solicitud de que los compartiéramos con ustedes. Escúchenlos y disfrútenlos en los audios que se encuentran abajo de estas líneas.
Gracias por compartir estos audios, me encantaron.
Hubiera sido una experiencia diferente leerlos, pero me hicieron oír con los oídos y al hacerlo me hizo ser lo que soy…
Un amante de la radio.
Gracias a Margarita Castillo e IMER.
Muchas gracias Gustavo y gracias también a la maestra Margarita Castillo (gran creadora de la radio) que le pone voz y ambiente sonoro a la poesía del gran Eduardo Galeano y que tan generosamente comparte su trabajo.