Poeta, novelista y dramaturgo, Victor Hugo fue un escritor cuyas enormes e importantes obras fueron el mayor impulso del romanticismo francés y acabaron convirtiéndolo en su máximo representante. Nació en la ciudad de Besanzón el 26 de febrero de1802, fue el menor de los tres hijos del general Joseph Léopold Sigisbert Hugo y de Sophie Trébuchet, de origen bretón. Niño precoz, hablador y travieso, fue educado tanto con tutores privados como en escuelas públicas. Se dice que a muy corta edad decidió convertirse en escritor. Tanto que, con tan solo 13 años, escribió en un cuaderno escolar: “Quiero ser Chateaubriand o nada”.
Su talento fue reconocido muy temprano: a los 15 años la Academia Francesa le premió unos versos y, cinco años más tarde, publicó su primer volumen de poemas, Odas y poesías diversas, que fue seguido por las novelas Bug-Jargal y Han de Islandia. Sin parar de escribir, en 1827 publicó su drama histórico Cromwell. Y tal obra implicó, no sólo su estreno como dramaturgo, sino redactando un prólogo donde planteaba la liberación de las restricciones que imponían las tradiciones del clasicismo y llamaba a todos los escritores a cambiar de estilo. Tan encendido llamamiento se convirtió muy pronto en una suerte de manifiesto del romanticismo y Victor Hugo, por primera vez, escandalizó por sus ideas. La censura apareció y recayó sobre su obra teatral Marion de Lorme que relataba –sin recato, dijeron- la vida de una cortesana francesa del siglo XVII. Sin embargo, el talento de Hugo se resarció de la desaprobación en 1830, cuando su obra teatral en verso, Hernani, tuvo un tumultuoso y exitoso estreno y que, por añadidura fue adaptada por el compositor italiano Giuseppe Verdi dando como resultado su ópera Ernani.
Vendría después su gran novela histórica: Nuestra Señora de París, que lo hizo famoso y miembro de la Academia Francesa; escribió varios volúmenes de poesía lírica y obras teatrales de gran éxito, como El rey se divierte, base de la ópera Rigoletto de Verdi, Lucrecia Borgia, Ruy Blas y María Tudor.