In The Flesh, grupo tributo que brinda una experiencia alucinante en todo aspecto
El pasado viernes 17 de junio el Teatro Centenario de Tlalnepantla albergó el show de “In The Flesh” tributo a Pink Floyd. Antes de la hora señalada cientos de personas con playeras negras y alusivas al grupo inglés se reunieron afuera del recinto, algunos aprovecharon para tomarse la foto con el cuarteto de Liverpool que está inmortalizado a través de unas estatuas que se encuentran justo afuera del teatro. El ambiente por un momento se percibió londinense gracias a los diferentes factores: clima nublado, los Beatles y claro, Pink Floyd.
In The Flesh tiene la experiencia de 10 años recreando la mística floydiana y por otra parte tienen el sello de garantía y la aprobación de gente que estaba relacionada con la banda inglesa, empezando por la ex esposa de David Gilmour, quien dió su visto bueno al proyecto.
El concierto inició un poco pasadas las nueve de la noche, las luces se apagaron y la pantalla circular proyectó el intro del show Delicate Sound of Thunder, el eje temático de la presente gira. Si bien no tocaron como tal este álbum en vivo la primera sección de la presentación se enfocó justamente en esta etapa ochentera, algo que me pareció especial, salirse del cliché y explorar otras áreas, tocaron canciones fuera de lo común como lo fueron Learning to Fly, Dogs of War y One Slip. Desde ese momento representaron toda la vibra floydiana: luces, humo, pantalla y producción de audio. La voz de Jorge Retana emuló muy bien el timbre de Gilmour y no se diga la fuerza con la que tocó la batería, Itzel Calderón.

Para el siguiente segmento del show comenzaron a explorar la era clásica y se fueron de lleno con la década de los setenta y sin más interpretaron de inicio a fin el disco de discos, el Dark Side of The Moon. La producción, recalcó, asombrosa, el juego de luces, los cambios de colores y movimientos, las proyecciones que usaron son las mismas que utilizaba Pink Floyd y el sonido muy bueno. Los detalles sonoros por ejemplo en On the Run o los solos de guitarra se escucharon perfectos.

Después de la catarsis y la magia del Dark side nos regalaron temas de Wish You Were Here: la ecléctica, Shine on You Crazy Diamond, la balada Wish You Were Here, el jam de Have a Cigar y un highlight personal y que me deslumbró por completo: Welcome to the Machine, con argot futbolístico lo pongo así ¡La rompieron! además de que le dieron un pequeño vuelco al tema, pues originalmente es muy electrónico y espacial.
Un momento épico fue ver a la gente cantando y encendiendo las luces de su celular en Wish You Were Here, así como en Another Brick in The Wall Pt. 2 y por supuesto no podía faltar Comfortably Numb con ese asombroso solo de guitarra que prácticamente Retana interpretó como lo hacía David Gilmour.
Desde mi punto de vista esto es lo más cercano a un show original de los Floyds y claro, está Roger Waters con su show solista pero los boletos son muy caros y es una experiencia que no todos pueden tener.
In The Flesh realmente nos brinda la experiencia floydiana al 100 % en todo aspecto y aplaudo el talento de todos los involucrados en el proyecto, con conciertos como este el rock no puede morir y el legado de Pink Floyd continúa y continuará.















Texto y cobertura: Moisés González