
Lady sings the blues
“Ella podía expresar más en un coro que la mayoría de las actrices en tres actos” decía la directora y actriz de cine Jeanne Moreau sobre Billie Holiday, a quien recordamos a 60 años de su fallecimiento.
In memoriam.
Nacida en Filadelfia (Pensilvania) el 7 de abril de 1915 fue bautizada con el nombre de Eleanora Fagan. Su madre, Sadie Fagan, tenía tan sólo trece años cuando la tuvo; su padre Clarence Holiday, guitarrista y bajista de jazz, tenía quince años. Vivió una infancia en la que estuvieron presentes los abusos y la pobreza. Ante el abandono de su padre y la difícil situación económica se mudó con su madre a Harlem, donde trabajó como trabajadora doméstica y sexual. Su vida cambió tras escuchar a Louis Armstrong y Bessie Smith. Desde ese momento Billie supo lo que quería ser en la vida: cantante
En 1938 trabajó en el “Café Society” al cual acudían muchos músicos de jazz. Su nombre empezó a ser conocido y el club ganó popularidad gracias a que se corrió la voz de que ahí se presentaba “la nueva sensación del jazz”. La cima de su carrera la alcanzó cuando el productor John Hammond le consiguió un contrato de grabación con Benny Goodman.
A lo largo de estos primeros años se codeó con algunos de los mejores músicos de la época como Ben Webster, Roy Eldridge, Johnny Hodges, Louis Armstrong y su amigo del alma, Lester Young quien la apodó “Lady Day”
Billie tuvo una vida oscura, en la que las adicciones le complicaron su carrera y la llevaron a una muerte temprana. Falleció a los 44 años.
Dejó escrito uno de sus legados más poderosos, una autobiografía que tituló Lady Sings the Blues en la cual afirmó: “Nadie entona la palabra hambre como yo o canta como yo la palabra amor”.
Su legado musical tiene un estilo alejado de convencionalismos, con letras inolvidables, que no solo hablaban de desamor, capaces de dejar constancia sobre lo duro que fue crecer como afroamericana en un país racista.
Programa transmitido el viernes 26 de julio
Conduce: Luis Gerardo Zavala
Productor: Marcelo Oliver