Leah Betts era un adolescente que falleció a causa de una inflamación en el cerebro provocado por el consumo excesivo de agua, sin embargo por un largo tiempo se creyó que la causa de su muerte había sido provocada por ingerir un lote contaminado de la droga éxtasis, el 16 de noviembre de 1995. Después del evento, los medios tomaron la historia para hacer énfasis en las consecuencias que dejan hacer uso las substancias alucinógenas.

Dos años más tarde, el 16 de enero de 1997, Brian Harvey vocalista de la famosa banda británica East 17, fue juzgado por realizar comentarios fuera de lugar e insensibles en relación a la muerte del joven, declarando en una entrevista radiofónica, que en ocasiones él hacía uso del mismo estupefaciente, consumiendo hasta 12 pastillas en una misma noche.

La fuerte declaración repercutió gravemente en la banda con los medios; las emisoras mostraron el desacuerdo con la declaración dejando de emitir los discos de la exitosa boyband, Harvey fue expulsado de la banda por su falta de prudencia; y más tarde la banda terminaría por caer en una crisis para así desintegrarse por completo.