Las madres son todo para sus hijos; amigas, compañeras y consejeras; pero cuando se trata de reprenderlos o educarlos, parece como si tuvieran una especie de lenguaje especial que se transmite de generación en generación, para tratarlos por igual.
“Para mí siempre serás mi bebé” o “Porque soy tu madre y punto”. Son algunas de las frases que se repiten en los hogares mexicanos día a día, sin necesidad de que las mamás se hubiesen puesto de acuerdo para hacerlo.
Algunas de sus frases son inolvidables y aquí recopilamos las mejores y las más divertidas, seguramente te identificarás con más de una.
- Porque soy tu madre y punto.
- Ese es el ejemplo que le das a tus hermanos.
- Mientras vivas en esta casa, se hace lo que yo digo.
- Si lo busco y lo encuentro qué te hago.
- ¡Ustedes me van a volver loca!
- Lúcete ahorita que hay visitas ¡lúcete!
- Anda pregúntale primero a tu papá, a ver qué te dice.
- Una cosa es libertad y otra libertinaje
- Cuando tengas hijos entenderás.
- Te he dicho como mil veces lo mismo.
- Todo te entra por una oreja y te sale por la otra.
- Me va a doler más a mí que a ti.
- ¡Que sea la última vez!
- Aquí no es hotel para salir y entrar sin decir nada.
- El primero que chille le toca a los dos.
- A mí no me importan los demás, me importas tú.
- Sígueme enchuecando los ojos y verás cómo te los enderezo.
- Recoge tu chiquero, sino no hay permisos.
- Síguete haciendo el chistoso.
- Si tus amigos se tiran de un puente, ¿tú también?
- Es lo que hay de comer, ¡aquí no es restaurante!
- ¡Te voy a dar motivos para que llores!
- ¡Ahorita es ahorita!
- ¡Y nada más donde no me devuelvas mi tupper!
- ¡Porque lo digo yo, que soy tu madre!