Las celebraciones de los días 1 y 2 de noviembre tienen una gran importancia en México, son portadoras de una larga tradición y revisten características singulares en las diferentes regiones del país. Pero, sin duda, dentro de las poblaciones indígenas el arraigo de estos festejos es más profundo, por lo que la UNESCO ha reconocido las costumbres ancestrales de estas fechas como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
En esta ocasión queremos presentar a ustedes un reportaje visual del fotógrafo Enrique Rivera, sobre la fiesta de Todos Santos y Fieles Difuntos en la región totonaca de Papantla Veracruz. En ella, las ofrendas tienen, como ocurre en otros lados, una gran importancia, pero destaca también, de manera especial la presencia de los rezanderos, vestidos a la más estricta usanza papantleca, que son vistos como los encargados de presentar a los difuntos ante el reino de la muerte, por lo que se les llama para que canten y recen alabanzas. Este es un oficio que se transmite de generación en generación entre los totonacas, es muy respetado y apreciado por las familias de esa zona. En estas fotografías los vemos con sus libros de rezos frente a las ofrendas y también frente las tumbas, bien arregladas, del cementerio de Papantla:
Ayudamos almas,
en tanto penar…
A la Virgen pura
de la Soledad.
Muchas gracias a Enrique Rivera por compartir gentilmente con nosotros estas imágenes.