¡Ya llegó la época de las posadas!, del 16 al 24 de diciembre se tiene la tradición en muchos lugares de nuestro país como en Xochimilco o en el pueblo de Zinacantán, Chiapas de iniciar estas festividades que simbolizan el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta su llegada a Belén para dar a luz al niño Dios. Durante estos nueve días se canta, se prenden velas, se rompen piñatas y se disfruta de mucha comida. Los típicos tamales, los romeritos y por supuesto no puede faltar la bebida icónica de estas celebraciones “El Ponche”.
Pero ¿Sabes cuál es el origen del ponche?
El tradicional ponche de frutas mexicano es una mezcla prehispánica e indoeuropea, como en muchos otros aspectos la conquista española condicionó y transformó la manera de elaborar ciertos platillos incluyendo esta bebida. El original ponche está registrado en la India, conocido como: Pañc, que significa “Cinco”, su nombre hace alusión a los 5 ingredientes con el que es elaborado: alcohol, agua, limón, azúcar y té. El brebaje fue llevado a Inglaterra a causa de los intercambios comerciales con la India, pero sobre todo por los marineros de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Los ingleses le darían el nombre de “Punch”. Este a su vez se esparció por toda Europa, así los españoles traerían el “Ponche” (ya castellanizado) a la Nueva España.
En México se ajustó la receta por la diversidad de ingredientes existentes para darle un toque colorido y de sabor distinto. Se caracteriza por llevar caña de azúcar, ciruela pasa, manzana, canela, piloncillo, además también se le agrega guayaba y tejocote. La combinación es rica en vitaminas A y C, se sirve caliente o frio, aunque la primera opción es la tradicional. En tiempos de frio ¡no hay nada! como un buen ponche calientito y su distintiva caña de azúcar para devorar. ¡Ah! y no olvidar el ponche con piquete, a este se le añade una pizca de alcohol ya sea tequila, mezcal o del que tú quieras ¡Para que amarre!
Ahora ya conoces un poco más de esta icónica bebida que año con año nuestras tías, madres o abuelitas preparan con fervor para satisfacer a todos los presentes en las posadas y pasarla bien.
Por: Moisés González