A partir del primero de enero del año en curso entraron en vigor las nuevas disposiciones oficiales del Artículo 25 de la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, éstas reglamentan que las empresas no pueden distribuir ni comercializar bolsas de plástico. El mundo poco a poco pide a gritos un cambio en el manejo de los plásticos y los sólidos que desechamos, después de tantos años usando este tipo de materiales están que han dañado al medio ambiente. Tan sólo una bolsa de plástico que normalmente te entregaban en el mercado tarda 150 años en biodegradarse. Ante esta circunstancia la gente tiene que recurrir a nuevas maneras de almacenar y cargar objetos o alimentos, esta alternativa la pueden encontrar en las canastas.
Del 30 de enero al 2 de febrero la explanada del Monumento a la Revolución recibió “La Primera Feria de la Canasta”, creada gracias al esfuerzo colectivo de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI), el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías (FONART). El objetivo no fue sólo dar una alternativa a las personas ante estas nuevas disposiciones, también se trató de reactivar la economía de los pueblos indígenas mediante la cestería.
Más de 200 artesanos se dieron cita en la Feria, vinieron de diferentes estados de la república: Oaxaca, Guerrero, Puebla, Michoacán, Guanajuato, Veracruz y Estado de México. La cestería es una de las actividades artesanales más antiguas de la humanidad, y un oficio muy arraigado en los pueblos originarios de México.
¿En qué consiste la cestería?
Se hace entrelazando fibras de origen vegetal, ya sean blandas o duras para crear objetos de uso cotidiano o simplemente ornamental (decorativo). Los artesanos requieren de una gran habilidad y paciencia para confeccionar desde un tortillero hasta la representación de un animal.
Las fibras como mencionamos son de origen natural y las más utilizadas para elaborar cestería son: la palma, el ixtle, el mimbre, el tule, el henequén y el carrizo.
Las personas además de poder adquirir estas canastas, bolsas y cestos, tuvieron la oportunidad de disfrutar música tradicional en vivo, presenciar conferencias y entrar a talleres de cestería.
La diversidad fue esencial en este evento, musicalmente hubo rap en lenguas originarias, trova en lengua mixteca con Cuitláhuac Nicolás, canto y poesía en zapoteco con Guendanabaanabi y sones huastecos en náhuatl con el Trio Eyixochitl. Tanto para expositores como para los visitantes esta Feria de la Canasta tuvo una sinergia positiva, nos mostró una alternativa en el uso de materiales y además sirvió como una ventana para promover tan genuinos y bellos trabajos de los artesanos.