Texto y fotos: Aideé Balderas Medina @aideebalderas
“El Huitzitzilin ha sido,
pájaro de salvación.
Al cobijarme en su nido,
viví la magia del son,
y con su vuelo he aprendido,
a amar a mi tradición”.
Esú Morales
La asociación civil “Huitzitzilin. Unidos por la cultura” de Tepetzintla, Veracruz se formó en el año 2000. El pasado verano de 2015 celebró el quince aniversario de la fiesta del huapango. Tepetzintla es un municipio que se encuentra al norte del estado de Veracruz, en la Huasteca. En las comunidades de este municipio hay una importante presencia de habitantes nahuas. Huitzitzilin, es una palabra en náhuatl y significa colibrí. La asociación se crea como respuesta ante la falta de ofertas culturales en el municipio. Doña Antonia Vera Baltazar es la directora del grupo y trabaja junto con un grupo de apasionados colaboradores. Uno de los ejes rectores del trabajo de Huitzitzilin es “fortalecer la identidad de sus habitantes en torno a lo huasteco”; algunas de sus actividades son: talleres de música, danza, náhuatl, bordado; la misa huasteca; fiesta de elotes, fiesta del huapango y la “chiquihuapangueada”.
Doña Antonia abre las puertas de su casa a los talleres de son huasteco. Algunos de los maestros del taller han sido don Marcos Salazar, Julián Cuervo, Fernando Méndez, Luis Miguel y Daniel Santiago. El taller actualmente cuenta con más de cuarenta alumnos y a lo largo de diez años se han conformando diversos tríos de niños y jóvenes huapangueros. Los talleres se han enriquecido con los cursos temporales que han impartido maestros de diferentes lugares del país como Ernesto Anaya, Eduardo Bustos y Jorge Morenos por mencionar algunos. Los maestros han ido y venido por diversas circunstancias.
Un parteaguas en el taller fue cuando los niños se quedaron sin maestros. Fue así como los alumnos más adelantados ante la necesidad, se vieron obligados a convertirse en formadores, como el caso de Vladimir Ordoñez y Esú Morales; ellos tomaron las riendas del taller con el apoyo de Erick Flores y Yunuel De la Cruz. Los alumnos ahora maestros, ofrecieron su trabajo a Huitzitzilin a modo de retribución por todo lo recibido; lo brindan no como pago sino como gratitud.
Para dejar un testimonio del trabajo que se realiza en los talleres de música huasteca. César Juárez Joyner, junto con doña Antonia, coordinaron y produjeron el disco “Huitzitzilin. Canto de colibrí”. En este material discográfico participaron los tríos: Alegres son; Cantores del son; Encanto Huasteco; Camaleones de Tepetzintla; Tierra Huasteca; Corazón Huasteco y un ensamble con todos los alumnos. Este disco fue grabado durante una semana en Tepetzintla. Incluye veinticuatro piezas; sones huastecos como La Tuxpeñita, Texisco Tepetzintla, La Prietita Clara, La Calandria, entre otros, así como sones para las dazas del rebozo, de elotes y comanches.
El trabajo de Huitzitzilin ha dejado una profunda huella en los niños y jóvenes de Tepetzintla, un ejemplo es Edson Ontiveros; quien se integró a los talleres en el año 2008, cuando tenía once años de edad. Edson narra, en el cuadernillo del disco “Canto de Colibrí”: “Ya no tenía tanto interés por otras cosas, como el futbol, jugar con mis amigos, ya todo era para mí el violín… Recuerdo tanto mi interés y cariño por el violín que el día en que sortearon para que los alumnos se lo llevaran por primera vez a casa ese día perdí el sorteo y lloré por no haber obtenido el violín y no podérmelo llevar por una semana.”
Aquel niño que anhelaba llevarse prestado un instrumento musical, trabajó arduamente y años más tarde, en 2013 en San Joaquín, Querétaro se convertiría en el campeón del “Concurso de violín, interpretación del huapango huasteco”, organizado por la Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes. Edson ganó un violín con un valor comercial de aproximadamente cuarenta mil pesos; logró el triunfo junto con sus compañeros Esú y Yunuel quienes conforman el trío Los Cantores del Son. Esta agrupación representó en 2014 a México en la VI Jornada Iberoamericana de niños y jóvenes poetas, troveros y versadores que se realizó en Las Tunas, Cuba. Actualmente Edson vive en la ciudad de México y es parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Tlalpan y se está preparando para poder ingresar a la Facultad de Música de la UNAM.
Otra alumna destacada de los talleres es Yuyulzin Pérez que actualmente vive en la ciudad de Xalapa, es estudiante de Historia en la Universidad Veracruzana y es parte del trío huasteco Tlacuatzin, junto con Eloy Zúñiga y el célebre músico tradicional don Victor Ramírez.
Durante la fiesta del huapango en Tepetzintla, se realiza una ceremonia para apadrinar a un trío huasteco recién conformado. Para este acto se elige a tres personas que acompañaran a cada músico. En el XV aniversario el trío femenil Las Palomitas Serranas, amadrinó al trío de jovencitas, Flores de Azahar integrado por Monserrat De la Cruz, María Elena Vera y Monserrat Carballo. Durante la ceremonia, las madrinas lavaron con agua bendita las manos de sus ahijadas y les vaciaron en la nuca un jarrito lleno de aguardiente, al final cada madrina ofreció unas palabras para desearles buena suerte en su camino como huapangueras. Este acto público que se realiza en la plaza central del pueblo, se llevó acabo de manera simbólica para dar importancia al inicio de una vida como músico.
Doña Antonia Vera es una mujer visionaria que ha sabido delegar responsabilidades e involucrar a los jóvenes en el trabajo que realiza la asociación. La denominada “chiquihuapangueada” es una fiesta de huapango que se realizará en el mes de noviembre y los alumnos del taller son los que se encargan de todos los preparativos, poner sillas, conducir el programa. Por ejemplo, Miguel Reyes Ordoñez desde los quince años participa activamente en la organización de la fiesta del huapango, su trabajo es una contribución directa a la comunidad y sin darse cuenta adquirió habilidades de promotor cultural.
La misa huasteca se realiza una vez al mes en la parroquia de Tepetzintla. Los niños del taller musicalizan la homilía y cantan versos de don Beto Ortega, trovador de González, Tamaulipas. Los niños entonan versos religiosos pero a ritmo de sones como la Azucena, el Caballito y el Gusto. La misa huasteca nace de la inquietud de poder llevar huapangos a un espacio donde los habitantes de Tepetzintla puedan escuchar sones para que los padres de familia conozcan el trabajo de Huitzitzilin y dejen ir a los niños a los talleres. Después de todo ir a la iglesia para escuchar música es una práctica muy antigua, que hoy está más viva que nunca en Tepetzintla
El trabajo de Huitzitzilin se realiza durante todo el año. Una celebración muy importante en la Huasteca es la fiesta de elotes o elotlamanilistli, la cual se celebró en Tepetzintla, el 29 de septiembre. El maíz es parte fundamental de la vida no solamente de los huastecos, sino de los mexicanos. En la Huasteca se cree que el maíz está vivo y por eso se le da de comer y se pide que no le caiga plaga a la milpa. Esta fiesta se realizaba de modo particular en algunas en casas. Gracias a Huitzitzilin y a través de testimonios de la tradición oral, ahora se realiza la fiesta en la cabecera municipal con la colaboración de la parroquia del pueblo y de los integrantes de la casa campesina.
Doña Antonia es aquella maga que hace posible que los niños sueñen con llevarse un violín a su casa; gestora que forma promotores culturales. Actualmente el estado de Veracruz esta pasando por una situación sumamente crítica. Doña Antonia Vera y Huitzitzilin contribuyen de manera real a reconstruir el tejido social. Huitzitzilin muestra que a través del trabajo comunitario y el son huasteco es posible construir una cultura de paz en este país, que tanta falta nos hace.
Gracias Ernesto. Abrazos afectuosos.
¡Hermoso reportaje querida Aideé!
¡Gracias por compartir!
Saludos del equipo de Radio México, Ernesto. Qué privilegio recibir este mensaje. Haremos llegar a Aidee tu saludo