Cecilia Kühne
Juan O’Gorman nació en el barrio de Sta. Catarina, Coyoacán, en la Ciudad de México. Hijo del pintor irlandés, Cecil Crawford O’Gorman y de Encarnación Moreno, fue hermano del historiador Edmundo O’Gorman. En los años veinte estudió pintura en la Academia de San Carlos y Arquitectura en la Universidad Nacional de México.
Descrito como “un genio absoluto” y “puro como un niño”, tuvo un manejo de la Arquitectura absolutamente innovador. Dominó los preceptos clásicos y supo ser el creador de las obras más originales y modernas de su tiempo. Pero más pronto que tarde, y al sentirse atraído por el muralismo, consideró practicar la pintura.
A los 24 años hizo la primera casa funcionalista de América Latina que causó enorme desconcierto entre los vecinos del barrio de San Ángel, lugar en el que estaba ubicada. Después, entre 1931 y 1932, O’Gorman levantó, en el terreno colindante, una edificación en el mismo estilo: la Casa-Estudio para Diego Rivera y Frida Kahlo, conformada por dos volúmenes independientes que se conectan por un puente que representa —según algunos— el amor que se profesaba la pareja. Ambas casas son ahora un museo.
En 1931 decoró al fresco la biblioteca pública del barrio de Azcapotzalco y en 1937pintó al temple, el mural del antiguo aeropuerto de la ciudad de México con la historia de la aviación. Para la iglesia de San Agustín de Pátzcuaro, convertida en la Biblioteca Gertrudis Bocanegra, hizo en 1940, un gran mural sobre la conquista de Michoacán, la evangelización de Vasco de Quiroga, y la lucha por la Independencia.
Su obra más grandiosa y conocida es la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria en la ciudad de México, en la que trabajó de 1949 a 1951. Cuatro mil metros cuadrados recubiertos con fragmentos de piedra natural, donde se representan el pasado prehispánico, la época colonial y el México contemporáneo.
“Me transportaba a la obra en bicicleta a las 7 de la mañana- contaba O’Gorman- llevando mi comida para trabajar durante todo el día, y terminaba generalmente a las 9 ó 10 de la noche. Los domingos y días de fiesta también trabajaba el mismo número de horas para acelerar la terminación del mosaico en el menor tiempo posible”
Amigo y colaborador de Diego Rivera, lo apoyó en el proyecto de rescate de la herencia artística ancestral mexicana y, entre 1944 y 1945, diseñaron el Anahuacalli, (la casa del Anáhuac), edificio dedicado a preservar y exhibir una de las colecciones de piezas precolombinas más grande de México, reunida por el muralista. Ubicado en la delegación Coyoacán e inspirado en los teocallis, este edificio fue construido con piedra volcánica.
Aunque muchas veces O’Gorman dijo que la pintura era una actividad lúdica en sus momentos de ocio, poco a poco se convirtió en su ocupación principal. En su obra pictórica intercaló elementos realistas y fantásticos con alto grado de detalle además de inquietudes sociales, personales y nacionalistas. Entre sus obras de caballete destacan Recuerdo de los remedios, La ciudad de México y Autorretrato, y sus murales todavía enriquecen edificios públicos y privados.
En 1972 recibió el Premio Nacional de Artes por su aportación a la pintura y la arquitectura, aunque ya había cerrado su estudio y lo invadía la tristeza. Finalmente, O’Gorman se quitó la vida el 18 de enero de 1982, a la edad de 76 años. Han pasado 34 años desde entonces, pero su legado artístico, pictórico y arquitectónico todavía está vivo para México y el mundo.