El jueves 3 de julio del año en curso se cumplirán 45 años de la misteriosa y digna de novela de suspenso muerte del guitarrista de los Stones.
Las raras circunstancias que rodearon la muerte de Brian Jones siguen siendo un misterio. Lo único cierto es que su cuerpo terminó sin vida en la alberca de su casa. Hasta la fecha no se sabe con claridad si murió por causas naturales, por accidente, por suicidio o si fue asesinado.
El día de su muerte Brian ya no estaba con Los Stones. Un mes antes había sido expulsado del grupo por su comportamiento errático y por constantes fricciones con los demás miembros del grupo, especialmente con Keith Richards, quien lo había traicionado al seducir a su novia, la actriz Anita Pallenberg, aprovechándose de su ausencia por enfermedad.
Mick Jagger y los otros Stones ya estaban hartos de los continuos problemas con Brian y de su adicción a las drogas, que lo hacía faltar a las promociones del recién terminado álbum Beggars Banquet. Fuera del grupo, Jones se refugió en su mansión de Sussex, al sur de Inglaterra. Vivía con su nueva novia, Anna Wohlin, una guapa bailarina sueca. Estaba tranquilo y entusiasmado con varios proyectos a realizar junto a estrellas de la talla de John Lennon, Jimi Hendrix o Creedence Clearwater Revival.
La noche de su muerte, el 3 de julio de 1969, después de haber consumido drogas y bebido en exceso, Brian quiso nadar un rato. Con él estaba Frank Thorogood, contratista que trabajaba en reparaciones a la casa. Después de estar en el agua un rato, Thorogood entró a la cocina gritando que Jones se había ahogado. En el fondo estaba el cuerpo inerte del guitarrista y al borde de la piscina estaba el inhalador que Brian usaba cuando sufría ataques de asma. Llegó la policía. El forense concluyó que la muerte había sido “accidental”, detallando que la causa fue la “inmersión en el agua bajo la influencia del alcohol y las drogas”.
Tiempo después, por declaraciones de Anna Wohlin y de la novia de Thorogood, se supo que el 3 de julio Brian había sido víctima de rudas bromas por parte de los albañiles que trabajaba en la casa, quienes casi lo ahogaron. También se rumoró que Brian y Thorogood se habían agarrado a golpes discutiendo sobre cuestiones de dinero minutos antes del momento de su muerte. Incluso el chofer de Los Stones dijo que Thorogood, en su lecho de muerte, le confesó que él había matado a Brian Jones.