El festival curado por la banda Mint Field estrena su primera edición acompañada con cuatro bandas que han puesto su marca en la escena independiente mexicana
Texto: Mario Lerma
Fotografías: Aura Andrea Reyna
Al fondo de un callejón repleto de tiendas con llamativos letreros neón está un escenario rodeado de oscuridad, Arena Sangriento. El 11 de noviembre este recinto recibió a cinco bandas que mostraron sus piezas frente a un público sediento de nuevas propuestas.
Con la ayuda de organizadores como Bandemia, El show loco y Estoy Harto de Todo el Mundo: Amigos; esta primera edición pudo existir. Daniela junto con Elena Solís llevaron de la mano el aspecto visual del festival con diferentes proyecciones de luz dentro y fuera del escenario que buscaban emanar la sensación de soñar con música.
Unperro Andaluz inició el horario sorpresa de la velada con una presentación que dio paso al slam y que fue acompañada por Jonás Derbez, vocalista y saxofonista de Diles Que No Me Maten. La Piedad resonó con sintetizadores en todo el recinto para tener un frenesí absoluto.
Mabe Fratti fue la siguiente en tomar las riendas del festival con su chelo para ser acompañada por visuales que conforme el show avanzaba, tomaban una forma más abstracta para igualar las notas experimentales que dejaron al público impresionado conforme progresaba.
Diles Que No Me Maten fue la tercera banda en pisar el escenario para tocar canciones de su álbum más reciente, Obrigaggi junto con piezas de su discografía. Cuando el sueño se rompió retumbó entre las frías y altas paredes del recinto mientras los visuales mostraban estática como única fuente de luz.
Mint Field entró como penúltimo acto con un shoegaze donde elementos como un bajo, sintetizadores, una guitarra llena de reverb y una batería tocada por Hugo Valdivieso, integrante del dueto oaxaqueño Valgur. El trío tocó Sueño Despierto, canción que fue la inspiración para el festival. Mientras el grupo tocaba una sincronía tomó control de la audiencia logrando que varios espectadores y espectadoras se movían al unísono con la música.
Valgur se encargó del cierre, el dueto de hermanos compuesto por Elizabeth y Hugo tocó con una agrupación completa, full band. El reservado baterista de Mint Field predicó versos del apocalipsis antes de iniciar, actuando como un presentador mientras su hermana cantaba a la vez que representaba la letra de sus canciones con los movimientos de su cuerpo.
Sueño Despierto concluyó su primera edición en CDMX con Pozo, canción de Valgur que fue dedicada a todas las personas que fueron víctimas de la violencia en México.
Con esta emotiva conclusión el festival fue un escenario para mostrar las propuestas más recientes de bandas independientes que, así como esta propuesta, apuntan a mostrar más novedades.