By Luis Ángel
I
El pasado 27 de junio Thom Yorke presentó Anima, su tercer material discográfico como solista, que contiene nueve canciones con una duración de 47 minutos. Su lanzamiento se acompañó de un cortometraje dirigido por el cineasta estadounidense, y ocho veces nominado a la estatuilla del Premio Oscar (Boogie Nights, Magnolia, There Will Be Blood, Phantom Thread e Inherent Vice), Paul Thomas Anderson.
El trabajo musical de este año de Thom Yorke se escucha propio, “oscuro y tierno” como lo clasificó en su momento la publicación de Pitchfork, independiente en sonoridades comparado con la carrera que tiene como líder de la banda británica Radiohead. “Anima es el producto de lo que Yorke ha descrito como un periodo prolongado de ansiedad”.
Volviendo al cortometraje de Anima, motivo para escribir este texto, es nuevamente el acercamiento que Thom Yorke tiene con la danza contemporánea, recordemos aquel video “Lotus Flower” de Radiohead, cuando sorprendió con una coreografía montada por el británico Wayne McGregor, bajo la dirección de Garth Jennings (“Coffee and TV” de Blur).
El material visual de 15 minutos se puede encontrar todavía en la plataforma en línea Netflix, como una secuencia que lleva a un viaje onírico, por momentos perturbador al adentrarnos a la ansiedad por la que atraviesa su protagonista Yorke, hasta lograr encontrar el amor, representado por la actriz italiana y pareja, Dajana Roncione. En el video se acompaña de una dinámica coreografía creada por el bailarín Damien Jalet (Suspiria-2018) y los bailarines de la compañía Swedish Göteborgs Operans. La musicalización tiene tres piezas tomadas del álbum Anima: “Not The News”, “Traffic” y la magistral “Dawn Chorus”.
Ojalá que Thom Yorke, a parte de crear música, nunca deje de mostrar sus dotes como bailarín.