Texto y Fotografías: Alan Hernández
Desde antes de las 7 de la noche, una fila se extendía a lo largo de la calle Zacatecas, en la colonia Condesa de la Ciudad de México. Caras jóvenes, algunas aún acompañadas de sus padres, formaban una multitud ansiosa por cruzar las puertas del Foro Indie Rocks! y disfrutar de una noche mágica con Foudeqush.
La espera se impregnó de emoción y un ligero toque de impaciencia mientras el acceso se retrasaba. Problemas logísticos no opacaron el ánimo colectivo, y poco después de las 8, el público comenzó a entrar, tomando posiciones en la pista general o en los balcones. La atmósfera de anticipación crecía a medida que el Foro se llenaba, y el show arrancó con la presentación de Etra, un dúo de DJs que propuso un inicio intrigante y rítmico.
Aunque las conversaciones y el murmullo del público dominaron al inicio, los beats comenzaron a mover cuerpos poco a poco, inyectando ritmo en la sala. Su set, de poco más de 25 minutos, sirvió como un calentamiento para la energía que estaba a punto de explotar.
El contraste en el público era evidente: al frente, un mar de jóvenes emocionados y listos para vivir cada momento; al fondo, asistentes más experimentados, observando con curiosidad y disfrutando a su propio ritmo. Las luces se apagaron, y el Foro se sumió en una explosión de gritos y aplausos.
Foudeqush apareció en escena, y la conexión fue instantánea. Con una sonrisa radiante y una presencia arrolladora, la cantante mexicana, conocida también por su participación en el soundtrack de Black Panther: Wakanda Forever, se entregó por completo a su audiencia. El ruido del público por momentos eclipsaba la música, una prueba de la entrega absoluta de sus seguidores, quienes coreaban cada canción y respondían con estruendoso entusiasmo a cada gesto de la artista.
La presentación fue una montaña rusa de emociones. Foudeqush guio a los asistentes con su carisma y talento, llevando a todos por un recorrido sonoro que unía sensibilidad y energía. Cada tema era celebrado como un himno, y los momentos más íntimos se balanceaban con estallidos de pura adrenalina.
Con una duración de poco más de una hora, el show se sintió breve pero inolvidable. Al final de la noche, la euforia continuó con una firma de autógrafos, donde fans y artista convivieron en un ambiente lleno de alegría y gratitud. Una última noche de noviembre que quedará grabada en la memoria de quienes llenaron el Foro Indie Rocks!