By Luis Ángel
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Me encontraba recostado en cama buscando en Spotify música en la que se encuentra trabajando el artista estadounidense Michael Stipe, ex vocalista de la legendaria agrupación R.E.M, y vaya sorpresa que me llevé.
¿Cómo fui a parar con el disco Souris Calle?
Resulta que tengo fascinación por los gatos y entre las colaboraciones de Stipe estaba la portada de Souris Calle. La imagen del disco se trata de un gatito negro con manchas blancas, ¿o será un gatito blanco con manchas negras? Como sea. Un gato juguetón extendido horizontalmente, pecho al aire, abarca la parte inferior del álbum. Arriba de este se ubica un círculo con muchos nombres y justo al centro, en la parte superior se lee el título del álbum Souris Calle.
Lo que hago es picarle y explorarlo. La primera sorpresa que me llevé fue encontrarme con 36 canciones; después revisé los nombres de los artistas y encontré “Souris Nocturne” de Michael Stipe. Dejé correr la canción mientras el sonido de la melodía envolvía e hipnotizaba mi mente y el espacio donde me encontraba.
¿De qué se trata esto? Exclamé. Ansioso, vuelo a la lista de canciones y veo nombres de artistas como Jarvis Cocker, Pharrell Williams, Bono, el grupo The National, AaRON, Laurie Anderson, entre muchos otros.
No sé si les ha pasado, pero no dejé que terminara la canción, en este caso la de Stipe, e inmediatamente pasé a la del ex líder de Pulp “A Cat Called Souris”. ¡Gatitos cantando! Con todo y su ronronear. ¡Quién más podía hacer algo así! Solo a Cocker se le puede ocurrir tal cosa. Me vuela la cabeza y quiero escuchar todo el disco.
Salto a la siguiente canción del productor y músico, también cantante, Pharrell Williams y su tema “A Cat Named Mouse”. ¡Más gatitos cantando! Qué locura. Quiero escucharlo todo desde el comienzo. Estoy fascinado. Creo que descubrí un tesoro musical.
Diferentes géneros, voces que cantan en inglés, francés y el que parece un lenguaje gatuno, todo eso se disfruta en los 36 cortes que conforman el disco. Ideal para despejar la mente y dejarte llevar por la historia de Souris Calle.
Aquí va la historia del disco.
Resulta que Souris es un gato que murió en el 2014. Fue la mascota de la artista conceptual francesa Sophie Calle durante 17 años. Su partida representó una pena mayor que la de haber perdido a sus padres, porque -dice- no vivía con ellos.
Calle montó la exposición “Souris Calle” en Paris. Ella encargó a diferentes artistas escribir canciones para recordar y cantar a un gato muerto, a su mascota. Solo una decena de los artistas invitados conoció a Souris. Para inspirar a aquellos que no tuvieron la dicha de convivir con el minino, se les proporcionó imágenes con descripciones del gato y un video de cuatro minutos que mostraba la interacción de Souris con Sophie, y así crear en el artista una empatía e inspiración que fueron el resultado de las canciones en el disco Souris Calle.
En su momento, en la muestra artística se presentaron dos proyectos: el primero, una exploración por el duelo y, el segundo, las canciones en diferentes estancias a lo largo de la galería, acompañadas de textos que describen la pérdida, junto a fotografías y un video que proyecta al gato Souris. La exposición estuvo en Paris hasta el 22 de diciembre de 2018.
El resultado y legado de este trabajo artístico fue un triple LP del cual se editaron mil copias, que gracias a las plataformas de streaming podemos escucharlo para ambientar algún momento del día.
«Este álbum es más que una compilación musical; es una compleja obra que crea unidad sobre la ausencia», explicó en su momento la galería Perrotin, donde se exhibió la muestra.
Sophie Calle acaba de cumplir 66 años el pasado 9 de octubre. Es escritora, fotógrafa, directora y una artista de las más reconocidas en Francia. El objetivo principal en su trabajo es la intimidad. Durante 40 años a experimentado en narrativas como el exhibicionismo y vouyerismo.
Algunos de sus trabajos los ha dedicado a seguir gente por las calles para conocer dónde van; fotografiar a desconocidos que invitaba a dormir en su casa, así como exhibir su propia vida a través de fotografías y videos documentados por un detective contratado por su madre, orden directa de la mismísima Sophie Calle.