Chris Botti, pulcritud y carisma en la clausura de la 20° edición del Riviera Maya Jazz Festival
Noviembre 2023
Por Mariana Pérez
He de confesar que me parecía una mala decisión que Chris Botti fuera el encargado de cerrar la 20°edición del Riviera Maya Jazz Festival. A él le tocaría pisar el escenario ubicado en la playa del Parque Fundadores después de los explosivos Snarky Puppy y honestamente, después de escuchar su más reciente producción “Chirs Botti Vol.1” integrada por una colección de baladas, pensé que nos bajarían la pila bruscamente y que se correría el riesgo de que el público no se quedara a disfrutar del concierto completo.
En conferencia de prensa, Botti comentó que este nuevo disco sí tiene un sonido muy distinto a sus demás producciones porque implica un cambio en su vida, en el 2022 cumplió 60 años y sentía la necesidad de renovarse.
El resultado efectivamente es íntimo, clásico y suave. Así que estábamos muy expectantes ante lo que haría en el escenario.
La sorpresa fue mayúscula desde que tocó las primeras notas. Llegó fuerte, con presencia, demostrando porqué es considerado uno de los músicos más icónicos de la escena actual.
Es un hombre que domina el espectáculo, nos mantiene entretenidos, nos emociona con baladas, nos pone a bailar en el momento adecuado, cede la atención a sus estupendos músicos, es todo un “showman” virtuoso.

Una noche antes, el percusionista y cantante Pedrito Martínez realizó la proeza de bajarse del escenario para cantar entre el público a pesar de tener el tobillo fracturado (sí, sufrimos todos a la par que lo gozamos) así que nos parecía difícil que la sorpresa se pudiera repetir. Pero Botti no nos desilusionó, en algún momento paró la música y preguntó: ¿por dónde me puedo bajar? ¡Quiero ir con el público!
Y no se bajó él solo, le acompañó la talentosa violinista Caroline Capbell quienes, rodeados de un público notablemente conmovido, interpretaron el hermoso “Tema d’Amore” de la también hermosa película Cinema Paradiso.

Una noche antes, el percusionista y cantante Pedrito Martínez realizó la proeza de bajarse del escenario para cantar entre el público a pesar de tener el tobillo fracturado (sí, sufrimos todos a la par que lo gozamos) así que nos parecía difícil que la sorpresa se pudiera repetir. Pero Botti no nos desilusionó, en algún momento paró la música y preguntó: ¿por dónde me puedo bajar? ¡Quiero ir con el público!
Y no se bajó él solo, le acompañó la talentosa violinista Caroline Capbell quienes, rodeados de un público notablemente conmovido, interpretaron el hermoso “Tema d’Amore” de la también hermosa película Cinema Paradiso.
Cuando regresaron al escenario, Botti anunció a otra invitada especial: Sy Smith una mujer que a mi parecer es fuego.
Nos contó que de niña quería ser DJ, sueño que su madre truncó, razón por la cual nos sorprendió con una divertida versión de “Feeling good” en la cual, por momentos, improvisaba con juegos de Beat Box que imitaban el “scratch” que los DJ realizan con los vinilos. Maravillosa.

¿Ya le pareció que tuvimos suficientes sorpresas? Pues tuvimos más. En el escenario apareció Verónica Swift una cantante que tiene grandes dotes histriónicas, que rompe con los moldes tradicionales de una cantante de jazz, tiene el cuerpo cubierto de tatuajes, en lugar de usar un vestido espectacular, usó un traje cuya camisa simulaba ser una pechera de un frac. Cantante completa, de voz poderosa que además tiene la virtud de poderle robar a Botti la trompeta para tocarla y robarse de paso el show.
¡No acabó ahí el concierto! Caroline Campbell interpretó una potente versión de Kashimir de Led Zeppelin,que evidentemente emocionó al público, gran momento.
Finalmente, el trompetista se dirigió al público y pidió que encendiéramos la lámpara de los celulares para que la playa se iluminara, a la par empezó a interpretar “What a wonderful world” mientras su baterista Lee Person cantó la letra de un tema que todos coreamos para terminar una velada genial.
Botti es un grande, capaz de interpretar lo que quiera: baladas, bebop, pop, ser suave, emotivo o emocionante, sí, es comercial pero también un virtuoso, sigue siendo el trompetista pulcro que yo recordaba de aquella presentación en el Festival de Jazz de Montreal junto al finado pianista Allen Toussaint.

¡Qué maravilla poder decir: me equivoqué! Chris Botti fue una gran decisión para cerrar un festival que lo tiene todo para ser considerado uno de los 10 mejores del mundo.
Así que los presentes nos fuimos deseando que ésta no sea la última la edición del Riviera Maya Jazz Festival. ¡Queremos más! Necesitamos más espacios como este que nos acerquen de manera gratuita a grandes talentos, queremos que sigan enamorando al público del jazz en todas sus variantes.
Fotografías: Fátima Meléndez