Artesana de la vida, cantante de historias que nos han acompañado siempre, María del Rosario Graciela Rayas Trejo, que eligió llamarse, simplemente, Tehua (que en náhuatl quiere decir “tú”), falleció el 21 de agosto a los 71 años de edad.
Nacida en Querétaro, creció en San Miguel de Allende y llegó a vivir a la Ciudad de México en 1969. Fue una de las más grandes exponentes de la música tradicional mexicana, con un canto tan melodioso y de un color tan particular que Jaime Sabines le dijo que era dueña de “una voz abusadora de los pájaros”. A lo largo de 50 años de carrera formó un finísimo repertorio, que mantuvo vivas las piezas fundamentales del antiguo cancionero mexicano.
En mayo de este año, en la celebración, precisamente, de sus cincuenta años como cantante, Tehua comentó que la música fue un rescate para ella. “La música allí está, yo no puedo presumir que rescaté a la música mexicana tradicional, yo no la he rescatado, yo la he repetido y gracias a ello yo he sido rescatada por la música”.
Alejada de lo comercial, Tehua supo acercarse a un público ávido de buena música y grabó varios discos, algunos de ellos en colaboración con artistas entrañables, ya ausentes, como Amparo Ochoa y Chava Flores. Tehua fue muy querida y reconocida por sus compañeros. En 2008, en un concierto colectivo en el que compartió escenario con varios interpretes de la canción mexicana tras un periodo de retiro por motivos de salud, el compositor Rafael Mendoza dijo de ella: “Tehua es una voz muy importante y peculiar. El puente que tiende entre la música tradicional y la contemporánea es una responsabilidad grande y eso lo hace con solvencia. Y Óscar Chávez elogio de ella “la necedad necesaria para seguir en lo mismo” y cerró ese día su actuación dirigiéndole estas palabras: “¡Viva la rabia! ¡Viva el cariño! ¡Viva la defensa de nuestra cultura y de nuestro país! Estamos aquí para no olvidar nuestras canciones memorables”.
Descanse en paz la querida Tehua y quede por siempre en nuestros oídos, su voz, su recuerdo…