Aideé Balderas Medina
@aideebalderas
La fiesta del carnaval, junto con el Xantolo es una de las celebraciones más importantes en la Huasteca. Las primeras comparsas de disfrazados salen a las calles, una semana antes del miércoles de ceniza. En muchas comunidades culmina el martes o el mismo día de ceniza. Tanto en Xantolo como en Carnaval son los ancestros los que vienen a visitarnos y son representados por los disfrazados. Se baila, se disfruta y se ofrenda solicitando que vengan buenas cosechas, que no haya enfermedades, que se vayan los vientos negativos.
En 1960 el antropólogo Roberto Williams García realizó un documental en el que registró dos carnavales: uno en Ixhuatlán de Madero y otro en Ixcatepec, ambos en el estado de Veracruz. En este registro se muestra como se desarrolla la fiesta; todo el tiempo está una voz en off narrando lo que acontece y señalando su significado, jamás escuchamos a los actores, a la gente qué hace posible esta tradición. Siempre somos guiados por la voz, por el discurso del experto. Sin duda el trabajo de Williams es un valioso documento que nos permite ver como han cambiado estas prácticas a lo largo de los años. El mérito es aún mayor porque en los años sesenta resultaba más complicado ir a las comunidades para producir un documental, por fortuna actualmente las carreteras han mejorado y tecnología cada vez es más accesible.
En 2010, es decir, cincuenta años después, me di a la tarea de realizar el registro de la fiesta del Carnaval en Colatlán, Ixhuatlán de Madero, Veracruz, y realicé el documental “Soy Carnavalero. La Fiesta del Carnaval en Colatlán” con la participación de un muy comprometido equipo de colaboradores.
Ese año fue sumamente lluvioso, sin embargo el ojo experto de la cámara de Karl Lenin González, con la asistencia de Néstor Alvarado, encontró la manera de salvar esa dificultad y logró desplazarse entre el lodo, la lluvia, el torito de cuetes y los disfrazados.
Empecé a ir a Colatlán desde el año 2002 y durante ocho años fui conociendo poco a poco a la gente. Fui madrina de dos señoritas que terminaron el ciclo escolar; produje dos discos de son huasteco de don Heraclio Alvarado, violinista colateco, y participé dentro de la organización de la fiesta anual del huapango, denominada “La Cascada del Huapango”. Fue así como me fui arraigando con la gente y sus tradiciones. Cuando grabamos el documental, ya me conocían y con mucho gusto y naturalidad nos contaban sus andanzas carnavaleras. Afortunadamente contamos con el valioso apoyo de un extraordinario ser humano, Román Güemes Jiménez, experto en la cultura Huasteca, y con la complicidad de Moisés Hernández Barrales, alcalde de Ixhuatlán de Madero en aquel entonces.
Una de las cosas que siempre tuve clara, es que deseaba que fuera la gente la que contará su gusto por la fiesta, sus historias y creencias. Considero que el documental tiene un equilibrio perfecto de la voz conocedora de Román y la voz apasionada de la gente del pueblo.
Afortunadamente el proyecto contó con muchas manos amigas como el diseño de Georgina Arteaga, las ilustraciones de Ahuizotl Gutiérrez y la traducción del español al inglés de Karen Nava.
En “Soy Carnavalero” la presencia de la cámara logro pasar desapercibida entre la gente que muestra, con gran naturalidad, la fuerza de la fiesta. Uno de los aciertos, sin duda, fue la presencia, durante el levantamiento de imagen, del editor del documental, Ángel Guillermo, quien bailó con las damas y probó el rasposo sabor del aguardiente. Esta experiencia marcó la forma de armar el rompecabezas a la hora de editar.
Los documentales “El Carnaval” de Roberto Williams y “Soy Carnavalero. La Fiesta del Carnaval en Colatlán” son, sin duda, piezas clave que muestran las maravillas de nuestro México profundo.
Trailer Soy Carnavalero
Presentación del documental en la plaza de Colatlán
Estimado Carlos Heiraa, gracias por su valioso comentario. Saludos cordiales.
Aideé Balderas: tiene usted razón respecto a que es más importante escuchar la voz de la gente que la de quienes hablan de ella. La felicito por su trabajo y corrijo una imprecisión en su comentario: el documental producido y dirigido por Roberto Williams García fue dedicado a la comunidad otomí de Zapote Bravo (en el municipio de Ixhuatlán de Madero) y a la comunidad nahua de Santa María Ixcatepec (en el municipio homónimo).