Por Ottis López*
No vale nada la vida
La vida no vale nada
Comienza siempre llorando
Y así, llorando, se acaba.
CAMINOS DE GUANAJUATO de José Alfredo Jiménez
Los millones de ojos de la ciudad empiezan a tintinear para anunciar un nuevo día, mientras el camino asfáltico exhala un húmedo frío por la previa noche lluviosa. Comienza el trayecto y viene a mi mente la letra de la canción Caminos de Guanajuato de José Alfredo Jiménez, en la que le cantó a su tierra, que fue también la tierra de María Grever, Diego Rivera, Miguel Hidalgo y Costilla, etc.
La ruta toma el
punto específico que lleva a la perla del bajío… ¡León
Guanajuato!.
Tal como dice la canción, el camino de
Guanajuato regala a la vista lo pintoresco de varios pueblos, unos con sus
fachadas de adobe y láminas de tejas, otros ya industrializados y transformados
por el crecimiento urbano, pero no deja de ser un gusto para la vista, el
disfrutar lo diverso y colorido de nuestro México.
Los hermanos Aldama (Juan e Ignacio, héroes de
la Independencia de México) dan su apellido a León Guanajuato, León de los
Aldama, que les recuerda con orgullo. En
lo alto del arco principal de la ciudad se postra la figura estética de un
León, emblema del lugar en el que la industria ganadera aporta la piel para que
los artesanos hagan bellos trabajos: monederos, gorras, billeteras, chamarras,
bolsas, mochilas, y por supuesto… ¡el calzado!.

Un mar de negocios para todos los gustos y todos los gastos.
El monumental y asombroso Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, rasga el cielo con sus cúpulas cimentadas en cantera, apuntando hacia quién inspiró el nombre y creación de tan magnánima obra que fue terminada en el año 2012.
En la tarde Tláloc hizo su presencia de forma inesperada y tenaz, ya que acompañó la música de las gotas de lluvia, con melodías de vientos que mecían el agua para que una niña danzara al compás del clima de forma natural y sutil.
Y qué decir del jardín de la plaza principal con árboles de figuras singulares para que la gente, rodeada de arquitectura colonial, pueda disfrutar de diferentes alimentos y bebidas. Desde la tradicional Cebadina que lleva Jamaica y un toque de bicarbonato de sodio, (que dicen que sirve para regular el PH); hasta otro manjar lugareño: la Guacamaya, torta que lleva en su interior chicharrón de cerdo crujiente, aguacate y un toque especial de deliciosa salsa de jitomate.
Y así, el cielo se va pintando de arreboles dando paso a la noche, para traer recuerdos de momentos compartidos que endulzan el alma y agrandan el espíritu. La magia aparece en León, Guanajuato, por la amabilidad de su gente y sobre todo por la entrañable compañía que hace que en cada paso, en cada momento, en cada bocanada de aire fresco el corazón diga… ¡LA VIDA LO VALE TODO!.
*Ottis López es músico, fundador e integrante del grupo Mixklan.