El principal santuario de todo el mundo dedicado a los Reyes Magos está en la Catedral de Colonia, Alemania, el segundo, aunque resulte extraño, está en México, para ser más precisos, en la población de Tizimín, Yucatán. Ahí en la iglesia principal, construida en el siglo XVII, se encuentran tres imágenes de bulto, talladas en madera de cedro y decoradas con pintura de colores y hoja de oro, que representan a Melchor, Gaspar y Baltasar, los tres sabios que, desde el Oriente y según la tradición, viajaron guiados por la luz de una estrella para adorar al niño Jesús y llevarle ricas ofrendas de oro, incienso y mirra. Tizimín es una población del oriente del estado de Yucatán, ubicada a unos 180 km de la capital, Mérida. Está muy cerca de Valladolid (la ciudad más importante de la región oriental de ese estado) y se encuentra a medio camino en la ruta hacia el mar, por la zona del puerto de Río Lagartos. Tizimin es una población muy antigua, con antecedentes prehispánicos y con una importante presencia de la cultura maya.
Este poblado fue evangelizado en el siglo XVI por los frailes franciscanos y fueron ellos quienes implantaron la tradición de celebrar, al inicio de cada año, la fiesta de la Epifanía del Señor en la que se bajan de los altares y se llevan en andas por todo el pueblo las imágenes de los Santos Reyes. Esta conmemoración fue muy bien aceptada por la población local y pronto cobró gran arraigo porque, según consignó uno de los mismos franciscanos evangelizadores, Fray Andrés de Avendaño, en esa zona se reverenciaba a tres importantes deidades mayas prehispánicas: Yum Chac (señor de la lluvia), Yum Kaax (señor del campo) y Yum Ik (Señor del aire). Muchísima gente desde entonces se da cita en Tizimín para estas fechas, cientos de miles de peregrinos acuden por motivos religiosos y otras personas llegan convidadas por el lucimiento de las fiestas que incluyen vaquerías, corridas de toros, música, procesiones, feria popular, danzas y mucha tradición. Todo comienza el 29 de noviembre y concluye el 13 de enero, aunque continúan las actividades dedicadas a la feria ganadera que se une a esta celebración y que también se ha vuelto muy tradicional y con una gran importancia comercial. Todo esto se junta, cada inicio de año en Tizimín, Yucatán, un lugar que vale la pena conocer y disfrutar.