Por Angélica Mayén M.
Tlacotalpan es una población del sureste del estado de Veracruz dentro de los límites de la Cuenca del Papaloapan, en México. Su nombre significa “tierra partida” y su belleza y tradición le han merecido estar inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Tlacotalpan es cuna de ilustres personajes. En las artes y la academia destacan el escritor y periodista Cayetano Rodríguez Beltrán y el Doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, antropólogo y pionero en el estudio de la población afromexicana. Otro gran personaje de Tlacotalpan fue el brillante decimista Guillermo Chazaro Lagos.
Ubicada en la costa del Golfo de México, crisol del mestizaje y sincretismo de las culturas indígena, europea y africana, Tlacotalpan es conocida por su tradición pesquera y por sus festividades anuales donde destacan la música jarocha y la décima. Los orígenes del son jarocho se remonta al siglo XVIII es un baile folklórico producto del mestizaje de México, no sólo por su esencia indígena, sino también por rasgos de Cuba y África, propiamente con la influencia de ritmos españoles populares. Sones como el Chuchumbé, el jarabe gatuno y otros que podrían ser los antecedentes de los que ahora conocemos como Son Jarocho.
En la actualidad Tlacotalpan sigue siendo semillero de las artes, es común los fines de semana ver a jaraneros, decimistas,y bailadores en la plaza principal, llevando a cabo el tradicional fandango y dando realce a la música tradicional tlacotalpeña.
Uno de los instrumentos musicales que resaltan en la tradición jarocha es la jarana brinda que brinda el soporte rítmico-armónico y sirve para acompañar y armonizar las melodías. Escuchar el sonido de la jarana de Tlacotalpan acompañando al arpa, requinto, canto y al zapateado estremece la piel y alegra el corazón
Los orígenes de la jarana se encuentran probablemente en la vihuela y en la guitarra barroca con quienes comparte la forma y la sonoridad. La construcción de estos instrumentos se hace de manera artesanal. Su cuerpo es mucho más delgado que el cuerpo de una guitarra sexta (que es la que actualmente más conocemos) y su tamaño también es menor. Se construye usando maderas finas como Cedro o Caoba y el cuerpo, mango y clavijero de la Jarana Jarocha se hacen de una sola pieza de madera.
Édson Roca, Miguel Ángel Bravo y Pedro Muñoz, lauderos, hacen las jaranas de forma artesanal, a mano, de una sola pieza, rascando la madera, con aros o tapas traseras de Cedro o Caoba o tapas armónicas de Picea.
La laudería jarocha es una tradición completamente viva en el estado de Veracruz. El término laudero o luthiere, es derivado francés luth y refiere al constructor de laúdes o de cualquier instrumento de cuerdas y es por ello que al constructor de jaranas, requintos, arpas y demás instrumentos jarochos se le llama “laudero tradicional jarocho”. La enseñanza de la construcción de jaranas se hace a través de la tradición oral y realizando al mismo tiempo la construcción de la jarana. Es un conocimiento que ha pasado de generación en generación.
Dentro de la gran variedad de jaranas podemos encontrar en 6 diferentes tamaños principalmente:
JARANA MOSQUITO.- Es un instrumento que en el conjunto jarocho lleva picos melódicos rematando y dando un sonido agudo en el rasgueo de las jaranas mayores (segunda y tercera).
JARANA PRIMERA.- Dimensiones 55-70 cm aproximadamente. Es un instrumento que en el conjunto jarocho lleva la armonía y se ejecuta con rasgueos sincopados.
JARANA SEGUNDA.- Dimensiones 70-80 cm es un instrumento en el son jarocho que tiene como función dar notas medias obteniendo un mayor equilibrio entre el sonido grave y agudo de otros instrumentos en el conjunto.
JARANA TERCERA.- Dimensiones 80-100 cm esta jarana produce sonidos graves al igual de dar una mayor fuerza a la sonoridad de la ejecución del conjunto jarocho, la jarana 3a. normalmente suele ser la jarana más grande de su rama, aunque en algunas zonas del sur de Veracruz todavía se puede observar la jarana 4a. con mayores proporciones que la 3a.
GUITARRA DE SON (REQUINTO).- Dimensiones 50 cm a menos de 1 m esta guitarra de son se ejecuta punteando las cuerdas con un plectro de cuerno y es quien lleva la melodía dentro del conjunto jarocho, en ese sentido se complementa con el arpa jarocha, mientras la jarana lleva la armonía. Las variedades más grandes se conocen como “leonas” y sirven como un bajo. Algunas variantes tienen 5 cuerdas.
LEONA (GUITARRA BUMBURONA).- Instrumento acústico. Su tamaño aproximado es de 100cm a 130cm. Se toca percutiendo las cuerdas con una espiga. Es sonido de este instrumento es grave y por lo tanto hace la función del bajo dentro del son jarocho, es similar al bramido de una leona, de ahí su nombre.
LA DÉCIMA
La décima es una forma poética que tiene su origen en el siglo XVII y que está compuesta por una combinación métrica de diez versos octasílabos, que riman en consonantes del modo siguiente: primero y cuarto con quinto; segundo con tercero; sexto y séptimo con décimo, y octavo con noveno. En el libro “Glosas y décimas de México” de Don Vicente T. Mendoza se menciona que la décima constituyó durante la primera mitad del siglo XIX la prensa informativa en nuestro país y particularmente en Veracruz ya que al pueblo le gustaba escuchar las noticias cantadas o declamadas por algún cancionero vendedor de hojas sueltas, acompañado de una guitarra o arpa.
La función social de la decima no era la de instruir literariamente a la juventud, sino la de informar, de ahí que muchas décimas populares hayan incurrido en errores gramaticales y defectos de versificación, pero aportaron sus modismos, reflejo del habla popular, y su sencillez en la expresión, subrayando la frescura, lo espontáneo y, al mismo tiempo, lo tradicional. Los temas que se trataban eran históricos, de guerra, levantamientos, motines, subir y bajar de autoridades, calamidades, ejecuciones, alabanzas, salutaciones, etc.
Con el tiempo las Décimas de amor, de crónica, a lo profano y a lo divino, décimas sabidas e improvisadas, circularon por todo el litoral; sueltas, enlazadas o glosadas y constituyeron los pilares de la versificación y las referencias simbólicas de un centenar de sones que conformaban lo fundamental del cancionero jarocho de los siglos XVII al XIX.
Un tanto olvidada, la improvisación decimal ha languidecido por años. Un grupo de poetas regionales la volvió a retomar con fuerza y entre ellos se distinguió Don Guillermo Cházaro Lagos por incorporar trozos de historia regional y finas semblanzas dedicadas a la mujer jarocha. La décima recitada en fandangos y jaleos caracterizó a este nuevo auge y Tlacotalpan se erigió como la capital cultural del Sotavento, la perla engarzada en el río que siempre fue.
Ejemplo de decima: EL COMELÓN
Qué mal he comido hoy,
a causa de estar a dieta,
me comí un tercio de pan,
tres arrobas de galleta.
Comí un almuerzo pequeño,
por la escasez de dinero,
me comí siete carneros,
y ocho becerros misteños;
de ahí salí con empeño,
y yo dije ya me voy,
y en la casa donde estoy,
me mataron diez gallinas,
todavía dije a Joaquina,
qué mal he comido hoy.
En el siglo XX en la década de los 20, cuando el país se reformaba con José Vasconcelos al frente de la Secretaria de Educación Pública, se realizó una intensa tarea de investigación y recopilación de las diversas manifestaciones populares de las diferentes regiones del país en la que fue incluido el son jarocho. El son jarocho llego a ser un principal competidor entre el son jalisciense y el son huasteco, para ser los iconos de nuestra nación mexicana. En 1946 en tiempos de la campaña de Miguel Alemán para presidente de la República; el son jarocho tuvo una de sus épocas más importantes desde el punto de vista de la difusión, ya que tomo La Bamba como su tema musical de campaña, e incluso se llego a decir que este son era un segundo himno mexicano durante todo su sexenio.
Con el paso del tiempo el son jarocho siguió modificándose olvidando un poco el son tradicional, lo podemos notar en la duración de su ejecución, pues mientras el fandango original duraba de 30 minutos, en un ambiente de cabaret o en la programación de la radio, los sones no podía pasar de 2 o 3 minutos, tanto por cuestiones técnicas como comerciales. Entre los primeros integrantes de la primera ola de músicos jarochos se encuentran Lorenzo Barcelata y Andrés Huesca. El primero nacido en Tlalixcoyan, llego a registrar algunos sones tradicionales como propios, entre ellos el Siquisirí.
En 1952 otro suceso vendría a cambiar al tradicional son jarocho: la creación del famoso Ballet Folklórico de Amalia Hernández que daría al son otra visión, claro contribuyo muchísimo a la difusión, pero a cambio de un proceso de esterotipación que para muchos significaría el estrangulamiento de la tracción jarocha. Debido a que el músico se tenía que limitar en su repertorio y dejar morir su parte creativa.
En 1981 comienza el llamado movimiento jaranero a través de un conjunto de grupos e individuos que buscan la preservación y el rescate de la tradición del son jarocho., volviendo a la ejecución tradicional. El movimiento jaranero se ha propuesto rescatar la autentica tradición musical veracruzana, oculta bajo los zapatos de charol, los abanico de plástico y los trajes homogenizados, para dar paso a la búsqueda de lo que ha quedado olvidado, los viejos jaraneros rurales y la fiesta del fandango.
Disfruta del sonido de la Jarana con una décima o con un Son Jarocho