Las calles de Paracho mezclan el olor de la madera con el del pan. Bosque y lluvia acompañan las tardes de quienes fabrican instrumentos. Andrea Sánchez ha visto a su padre convertir los árboles en guitarras mientras escucha casi en éxtasis Entre dos aguas, con Paco de Lucía. Esta es una imagen cotidiana en los muchos talleres que le dan un toque especial a este pueblo conocido como “capital mundial de la guitarra”.
Primero ayudaba en cosas sencillas, como ligar y pegar, pero pronto tuvo el deseo no sólo de hacer una guitarra sino de entrar a concurso en la feria nacional. Su padre se río de un deseo tan osado y la conminó a tomar cursos de guitarra popular. ¿Qué pasó después? Descúbrelo en esta charla donde nos cuenta por qué le apasiona hacer “bajo quintos”.
Andrea nos contó que aunque hay pocas mujeres que dominan todo el proceso, siempre en su hechura, al menos en una parte la fabricación de una guitarra, siempre va “mano de mujer”.
Con la magia de la radio hagamos un recorrido por Paracho… /RA