La ciudad de México, grande, moderna, problemática y muy poblada, es también un estuche de viejas tradiciones. Esta ciudad se fue integrando, con el paso de los siglos, por medio de la reunión de las diferentes poblaciones que se encontraban desperdigadas en el amplio territorio de la cuenca central de México. Una de esas poblaciones es Iztapalapa, una de las más importantes capitales de la región en tiempos de la Conquista española, ubicada junto a un cerro que por mucho tiempo fue llamado Huizachtépetl, (Cerro del Huizache), y al que ahora conocemos como Cerro de la Estrella. La antigua población de Iztapalapa dio origen a una de las 16 delegaciones del Distrito Federal y es el escenario de una de las dramatizaciones más famosas en el mundo de la Pasión de Cristo. Cada año, en Semana Santa, Iztapalapa se transforma. 
Meses antes comienzan los ensayos, los preparativos, la previsión de todos los detalles de una representación que tiene en las calles del viejo pueblo y en el cerro, sus espacios principales. Son muchos los que participan y son muchos los que asisten como espectadores: se dice que la ven más de 1 millón de personas, se dice que los Nazarenos se cuentan en miles, se comenta que las cruces pesan 10, 15, 20 kilos, se habla de cientos de participantes en los papeles principales. Pero, más allá de los números, la pasión de Iztapalapa es tradición, es vínculo comunitario que se manifiesta a través de la organización en mayordomías y es un sinfín de anécdotas e historias que se han ido volviendo leyenda con el paso del tiempo. Desde su origen, en 1843, como cumplimiento de una manda del pueblo ante la ferocidad de una epidemia de cólera, hasta las medidas tomadas por el presidente Juárez para regularla y protegerla, o la ocasión en la que Emiliano Zapata aportó los recursos y prestó los caballos que se utilizaron en la representación. Hace unos días platicamos con el Dr. Jorge de León, cronista de Iztapalapa y un acucioso investigador de la historia de esta tradición. Le agradecemos su gentileza y les invitamos a escucharlo activando el audio que se encuentra bajo este texto.
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