Por Mario Leyva Escalante
El 23 de junio de 1879 nació en San Petersburgo, Rusia, la artista Angelina Petrovna Beloff, grabadora, ilustradora, escenógrafa y marionetista. Fue hija de un destacado miembro del senado ruso, Mijaíl Beloff y de la ciudadana escandinava Catherine Camonen. Sus hermanos fueron Mijaíl, Boris, Nicolás y Catalina. Estudió arte en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo
En 1909, tras la muerte de sus padres, se trasladó a París y después a Bélgica. En la ciudad de Brujas, ese mismo año, conoció al artista mexicano Diego Rivera que, en los albores de su brillante carrera, se encontraba en plena búsqueda creativa en Europa. Diego y Angelina vivieron una intensa relación sentimental que duró doce años y tuvieron un hijo que murió en 1919 al cumplir catorce meses de edad por una terrible neumonía.
En 1921, Diego regresó a México solo y abandonó a Angelina a su suerte. Años después Diego reconocería que Angelina le dio todo “en cambio, ella recibió de mí todo el dolor en el corazón y la miseria que un hombre puede causarle a una mujer”.
Angelina llegó a nuestro país en 1932 invitada por la Secretaría de Educación Pública para colaborar en un proyecto educativo de los reconocidos artistas mexicanos Germán y Lola Cueto, pintores y marionetistas.
En México se relacionó con creadores como David Alfaro Siqueiros, Alfonso Reyes y varios representantes del mundo cultural mexicano de su época. Vivió en México 37años durante los cuales desarrolló la mayor parte de su obra. Su trabajo en la gráfica es notable y fue una estupenda ilustradora. El Museo Dolores Olmedo resguarda y exhibe una importante colección de su obra.
La artista siempre participó activamente en el mundo cultural mexicano. Publicó varios cuentos y durante los años cincuenta expuso su obra pictórica en diferentes galerías de arte, además trabajó como profesora de arte, y creadora de teatro guiñol.
Murió en la Ciudad de México el 30 de diciembre de 1969, a los 90 años de edad.