Xochimilco es un fragmento vivo de la historia antigua de México, y decir esto no es una exageración. Esa cualidad fue, precisamente, la que tomó en cuenta la UNESCO cuando decidió incluir a Xochimilco, con su zona chinampera y su paisaje lacustre, dentro de la lista de lugares considerados como patrimonio de la humanidad. No es poca cosa, porque en ese tesoro humano se reúnen características, no sólo naturales, sino también culturales y de convivencia. El asentamiento prehispánico de Xochimilco, es más antiguo que Tenochtitlan y fueron precisamente los xochimilcas quienes encontraron en la agricultura chinampera una manera de ganarle terreno a los lagos de la cuenca de México para sustentar uno de los más importantes esfuerzos civilizatorios de la historia antigua de nuestro territorio. Lo que es realmente asombroso, es que esa forma producir alimentos, ese singular sistema agrícola que es la chinampa, pudo pervivir en Xochimilco con el paso de los siglos: sobrevivió a la conquista europea, rebasó los límites del periodo virreinal, siguió siendo fuente de recursos para la ciudad de México a lo largo de los años y aún hoy ha logrado resistir, en medio de grandes dificultades, el crecimiento desmedido de la capital Hace ya mucho tiempo que la antigua Tenochtitlan desapareció y dejó de ser una zona chinampera, no así Xochimilco y algunas partes de las actuales delegaciones de Tláhuac y Milpa Alta que también están incluidas en la declaratoria de la UNESCO que protege un área de 7,500 hectáreas.
El 14 de diciembre Xochimilco celebró 28 años de la Declaratoria de la UNESCO y lo hizo a través de una significativa ceremonia que se llevó a cabo en la Laguna de Tlilac, lugar de una hermosura sobrecogedora ubicado a sólo unos minutos, en trajinera, del embarcadero turístico de Cuemanco, al sur de la ciudad de México. Radio México Internacional tuvo el privilegio de asistir a este importante evento que fue presidido por el jefe delegacional Avelino Méndez Rangel. Fueron muchos los momentos importantes y emotivos de esta conmemoración, pero nos interesa sobre todo destacar que se estableció un compromiso, sincero y profundo, con la protección de este patrimonio y con la recuperación de lo que de él se ha dañado y se dejó claro que ese esfuerzo no sólo significa proteger los recursos naturales sino también las relaciones humanas que lo sustentan y lo hacen único e indispensable. Es importante restaurar la dignidad y el orgullo que han caracterizado a esta región, dijo Avelino al cerrar su discurso en este acto, y hacer de de Xochimilco no sólo un lugar digno de ser vivido, sino de ser soñado y construido día con día.

Avelino Méndez Rangel jefe delegacional y La Flor más ella del Ejido.
Hoy que tantos peligros amenazan los recursos naturales, hoy que tantas miradas y pensamientos deben transformarse en pos de la protección del entorno vivo que nos sustenta, vale la pena voltear la mirada hacia la agricultura chinampera de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, una manera de cultivar la tierra y conservarla sana que ha probado, por siglos y siglos, su eficacia y su profundo significado humano. ¡Felicidades por este 28º aniversario de la Declaratoria y, sobre todo, por el compromiso asumido en la protección de esta zona patrimonial!
Texto Yuriria Contreras. Fotografías: Enrique Rivera.