Acueyametepec, es el nombre prehispánico de un cerro que se encuentra junto a la actual ciudad de Puebla, un cerro que más adelante fue conocido como de San Cristobal o de Belem y en cuya cima se construyeron dos templos que, andando el tiempo, fueron convertidos en fuertes militares conservando el nombre de las vírgenes a las que estaban dedicados: la de Loreto y la de Guadalupe. El 5 de mayo de 1862, ese cerro y esos fuertes sirvieron como escenario para una de las batallas más encarnizadas de la historia de México, una batalla desigual en la que el Ejército Mexicano de Oriente, al mando del General Ignacio Zaragoza, defendió la soberanía nacional frente a las tropas invasoras francesas comandadas por el General Conde de Lorenzes, quien unos días antes había enviado un mensaje a su emperador en los siguientes términos: “Somos, decía, tan superiores a los mexicanos en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que ruego anunciarle a su Majestad Imperial Napoleón III, que a partir de este momento y al mando de nuestros 6 mil valientes soldados, ya soy dueño de México”.
La historia fue otra y lo sabemos, ese día, el 5 de mayo de 1862 (un lunes en el que llovió en la ciudad de Puebla), las tropas francesas fueron derrotadas en una batalla que comenzó al mediodía y que se desarrolló en tres ataque frontales de los franceses que fueron rechazados ferozmente por los soldados mexicanos. Esta historia, que se puede resumir así, en unas cuantas líneas, tiene tras de sí el esfuerzo, los anhelos, las inquietudes, las decisiones y la valentía de muchos mexicanos y esto es lo que recientemente relató en una novela el escritor Víctor Hugo Flores Solís, un hombre apasionado de este periodo de nuestra historia y que está convencido de que es necesario tender puentes con los afanes de esos tiempos para conocer mejor a quienes construyeron la historia de nuestra nación en ese momento decisivo. Su libro de llama “La hora de la verdad: La Batalla del 5 de mayo” y en él relata, en forma novelada y mezclando la ficción con una investigación histórica muy cuidadosa, lo que ocurrió en esa fecha y las acciones heroicas de quienes estuvieron ahí. Dice Víctor Hugo Flores Solís: “Ese 5 de mayo se escribió una historia distinta en México: se cimentó la nación, se habitó la dignidad, se hizo gala de férrea y entera voluntad, se venció al ejército más poderoso del orbe y se forjaron héroes. Ese 5 de mayo, para México, fue la hora de la verdad”. Les invitamos a buscar y leer esta novela y a escuchar (en el audio que se encuentra bajo estas líneas) la entrevista que RMI tuvo con su autor.
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