Estudiar daños en inmuebles históricos es un reto apasionante, según nos dice Virginia Arroyo, arquitecta y restauradora. “Es como si tuvieras un raspón en el brazo, una vez que tienes ese raspón cualquier infección se anida rápidamente. El mismo caso para las piedras, ya tienen un punto vulnerable y por ahí se siguen dañando”.
Ella contó para el público de Radio México Internacional lo que sintió al enfrentarse a algunos templos y conventos de Puebla y Morelos, entre los tres mil inmuebles dañados por los sismos de 2017. Lo que significó meterse en las entrañas de edificaciones destruidas a pocos días del siniestro para tomar fotografías y analizar lo que se podía rescatar del patrimonio.
Virginia tiene un amor profundo por los edificios históricos, especialmente por los que están construidos en cantera y tezontle. Por eso ha dedicado buena parte de su vida al estudio de técnicas que le permitan desarrollarse óptimamente en su carrera.
La también directora de una empresa especializada en restauración y conservación de bienes muebles e inmuebles patrimoniales ha estado a cargo del mantenimiento y rehabilitación de lugares importantes, algunos de ellos son: el Monumento a la Revolución, el Teatro de los Insurgentes, el Kiosco Morisco, la Columna de la Independencia y el Hemiciclo a Juárez.
En esta charla se trataron temas coyunturales como la polémica pinta de estructuras en las manifestaciones de los últimos meses. Invitamos a todos nuestros radioescuchas a disfrutar de esta conversación a continuación.