Las canciones de Álvaro Carrillo tienen un lugar muy especial dentro del universo de la música mexicana. Lo tienen por muchas razones: por su cadencia melódica, por su poética, por su sinceridad, porque nos resultan cercanas y entrañables. Siempre hay alguna que nos toca fibras muy profundas, o varias de ellas que han acompañado momentos especiales de nuestra vida. “Luz de luna”, “Seguiré mi Viaje”, “Dos horas”, “Pinotepa”, “El Andariego”, “El negro de la costa”, “Cancionero”, “Sabor a mi”. Del bolero a la chilena, del pasillo al huapango, sus canciones se mueven en una calidez musical que sigue enamorando. Por eso Álvaro Carrillo es parte de todos nosotros. Lo fue en su momento y lo sigue siendo, no por nostalgia, sino porque no pierde vigencia y porque las nuevas interpretaciones lo resignifican constantemente.
Álvaro Carrillo nació hace 99 años, el 2 de diciembre de 1919, en Cacahuatepec, una población oaxaqueña de la Costa Chica, región geográfica y cultural que comparten los estados de Guerreo y Oaxaca. De origen afromestizo, Álvaro fue hijo de José María Carrillo y Candelaria Morales. Perdió a sus padres cuando tenía solo 8 años y fue adoptado, junto con sus hermanos, por la Sra. Teodora Alarcón. Fue un estudiante destacado en su localidad y, gracias a ello, pudo prepararse como maestro normalista. Fue alumno de la Normal de Amuzgos y de la Normal Rural de Ayotzinapa y, más adelante, cursó y concluyó la carrera de Ingeniero Agrónomo en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo. Pero Álvaro Carrillo había demostrado ya su gran talento para la música y, poco a poco, el oficio de cancionero ocupó toda su vida. Éxitos y grabaciones profesionales surgieron una a una interpretadas por grandes voces de México y el mundo. Pero el 3 de abril de 1969, Álvaro Carrillo y su esposa Ana María Incháustegui perdieron la vida en un lamentable accidente automovilístico. El compositor tenía 49 años de edad. Dejó muchas canciones emblemáticas y cientos que han permanecido inéditas.
Hace unos días, en conferencia de prensa en las instalaciones de la Fonoteca Nacional, la familia Carrillo y Discos Corazón, a través de Mario y Álvaro Carrillo Incháustegui, dieron a conocer el gran programa de actividades que se ha preparado bajo el nombre “Un siglo sin Álvaro Carrillo”. La rueda de prensa tomó un grato carácter festivo con la participación de Las Hermanas García que vinieron desde Ometepec, Guerrero, para interpretar cuatro canciones de “San Álvaro”, como ellas lo llaman (una de ellas inédita y extraordinariamente hermosa). La parte medular de los festejos por el centenario estará integrada por diversos homenajes que se desarrollarán a lo largo del año, además de conciertos, la publicación de un libro biográfico, y una maravillosa Caravana Musical con la participación de Las Hermanas García, el cantante japonés Yoshiro Hiroishi, el trovador afromestizo Chogo Prudente y la intérprete española Martirio. ¡Celebremos la vida y la obra de Álvaro Carrillo!
Texto: Yuriria Contreras
Fotos: Enrique Rivera