El objetivo se logró. Todo salió a pedir de boca. La música, el son y la alegría volvieron a reunirse en el Estudio “A” del IMER y demostraron, una vez más, que la tradición sonora de México está vigente y plena de vigor. El concierto del grupo Kumaltik del pasado viernes 14 de octubre fue todo un éxito. La complicidad, la relación cercana con el público, el entusiasmo y el virtuosismo en la interpretación de los sones, lograron que todos nos fuéramos con una enorme sonrisa y con la sensación de haber compartido un momento importante.
La vitalidad del son jarocho contagió de inmediato a los asistentes, tal y como ya lo preveíamos, dada la vocación didáctica y la generosidad del trabajo, de ya 15 años, del grupo Kumaltik. Fuimos partícipes de momentos de mucha alegría: cantamos, bailamos y aprendimos. Sí, aprendimos: la descripción de los rumbos sotaventinos de Quique Vega; la descripción de Juan Fridman del instrumento musical que interpreta, la leona; las palabras de la joven Fernanda Reyes acerca de su entusiasmo por el son; las anécdotas compartidas por Omar sobre la historia del grupo; el sonido del zapateo de Diana; la sonoridad inconfundible del pandero de Paco… todo eso fue creando una bella cercanía con los oyentes y la música mexicana volvió a cumplir con la mejor de sus magias, la de crear comunidad. El público de la radio también estuvo atento y, desde Minnesota recibimos, a través del Facebook, este mensaje:
“Gina Georginavico Estoy escuchando el concierto y sólo quiero decir muchas gracias. Maravillosos músicos y exquista música, parte de nuestra identidad cultural. Ya hasta quiero llorar de la nostalgia de no estar en mi amado México. ¡Saludos desde Minnesota! ¡Que viva el son jarocho forever!”
Muchas gracias a todos los integrantes del grupo Kumaltik: Francisco Sandria, Fredy Vega, Enrique Palacios Vega, Omar Durán, Juan Fridman, Diana Ríos y Fernanda Reyes. Gracias al público que llenó el Estudio “A” del IMER. Gracias a los oyentes de la radio. Gracias a Radio Ciudadana y a la XEB, emisoras hermanas del IMER que nos ayudan apoyando la promoción de los conciertos de RMI. Y un reconocimiento a todo el equipo de ingenieros del IMER que cumple, con profesionalismo y entusiasmo, una tarea siempre difícil y delicada. Sin ellos nada de esto sería posible.