Donde antes había ríos, lagos, islas y canoas, hoy existen calles, avenidas y autos. México ha cambiado tanto desde el siglo XVI que resulta casi imposible localizar el lugar exacto donde sucedieron los hechos, pero tenemos los indicios de donde ocurrió la historia.
Actualmente la calle “Constancia” ubicada en la Colonia Morelos, a orillas del conocido barrio de Tepito es un punto comercial de refacciones y reparaciones de autos. Un sitio hasta cierto punto muy común, sin embargo, hace 500 años esta calle, en aquel tiempo un canal, fue testigo de la captura del último Tlatoani: Cuauhtémoc. Punto importante de nuestra historia pues marca un antes y un después, es el acontecimiento que define el inicio del esclavismo y la Colonia.
Cuauhtémoc fue el último en defender a la gran Tenochtitlán, tenía las facultades que requería un Tlatoani para gobernar, era: valiente, instruido en materia bélica, osado, prudente, animoso, sabio y amoroso. Su nacimiento coincidió con un eclipse solar de ahí el significado de su nombre: “águila que desciende”. Fue al calmécac y sus conocimientos militares los adquirió en el Telpochcali. Fue un guerrero destacado, con grandes fortalezas. Durante el mandato de Moctezuma encabezó diversas campañas, incluso llegando a controlar Tlatelolco.
Con la llegada de Hernán Cortés, Cuauhtémoc un obstinado opositor de los españoles, con el tiempo comenzó a cuestionar a Moctezuma por permitir la ocupación española y no enfrentarla. A la muerte de este, se eligió a su hermano como sucesor: Cuitláhuac, sin embargo 80 días después pereció por la viruela y entonces los mexicas le dieron el control a Cuauhtémoc en septiembre de 1520, quien desde el comienzo se dedicó a expulsar a los españoles.
Cuauhtémoc les hizo frente, trabajó en fortalecer la ciudad, hizo centros de acopio de armas y alimento, y mandó al ejército para cerrar líneas frente a los invasores. Todo esto fue contrarrestado por los españoles y sus aliados, bloqueando así toda comunicación y el agua.
La situación a mediados de 1521 era crítica, muerte y hambre en Tenochtitlan, estos fueron obligados a moverse a Tlatelolco. A pesar de todo Cuauhtémoc nunca se rindió.
Una de las versiones dice que Cuauhtémoc planeaba una huida y fue precisamente en la actual calle de Constancia por donde él se escapaba en una canoa, esta fue vista por bergantines españoles que le dieron alcance y García Holguín fue quien lo capturó. Cuauhtémoc no se opuso y de hecho imploró por su muerte.
La otra versión, la crónica no española, indica que después de resistir valientemente y al ver el sufrimiento de su pueblo, opto por entregarse.
Uno de los edificios de esta calle tiene una placa conmemorativa donde se recuerda este hecho, la placa dice: “Quítame la vida con tu puñal pues no pude perderla al defender mi reino”. Esto aún no ha sido comprobado pues esta versión sólo se encuentra en las crónicas españolas.
Cuauhtémoc fue tomado como un valioso rehén, pues Cortés quería conocer el paradero del llamado “Tesoro de Moctezuma”. Al Huey Tlatoani le quemaron los pies para que confesara la ubicación del tesoro; sin embargo, cuenta la historia que con heroico valor soportó los maltratos y se negó a revelar información diciendo: “¿Estoy en algún deleite o baño?”. A este pasaje se le denomina “El Tormento de Cuauhtémoc”.
Esta tortura se dice que comenzó en donde ahora se ubica la Iglesia de la Conchita de Tequipeuhcan, que también tiene una placa conmemorativa. Por cierto, sino lo sabias Tequipeuhcan, viene del náhuatl que significa: Lugar donde comenzó la esclavitud.
Cuauhtémoc le sirvió a Hernán Cortés como un buen esclavo político y lo mantuvo así por mucho tiempo para evitar una insurrección. Para 1525 en una expedición en Honduras, Cortés se enteró de un plan conspirativo de Cuauhtémoc para matarlo y expulsar a los españoles, él entonces dio la orden de asesinar a Cuauhtémoc, quien fue ahorcado en un árbol de pochote el 28 de febrero de 1525.
Hoy en día la figura del último Tlatoani ha quedado enmarcada en los anales de la historia como un gobernador valiente que dio todo por defender a su amado pueblo, es un símbolo de lucha y sacrificio.
Por: Moisés González
Fuentes:
National Geographic, “Cuauhtémoc, el último emperador de los azteca”, (2019) [https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cuauhtemoc-ultimo-emperador-aztecas_12275]
Secretaria de Cultura blog, “El Tormento de Cuauhtémoc, último emperador mexica”, (2019) [https://www.gob.mx/cultura/es/articulos/el-tormento-de-cuauhtemoc-ultimo-emperador-mexica?idiom=es]