Por Daniela Jurado
“Porque yo sé…
la química retórica
botánica retorica
y sistema decimal”
La Mariana.
Canción que interpreta Óscar Chávez.

El sábado 27 de julio se llevó a cabo un concierto masivo en “Las Islas” de la Ciudad Universitaria, al sur de la Ciudad de México. En él se reunió una cantidad asombrosa de personas entusiasmadas por ver a los artistas prometidos para el Festival Cantares: Fiesta de Trova y Canción Urbana en su primera edición.
El festival fue inaugurado con una selección de versos musicalizados de sor Juana en voz de la cantautora michoacana Leticia Servín, después de ella subió al escenario Fernando Delgadillo que tocó temas que fueron coreados por los asistentes.
Aunque hacía mucho calor, los grupos de amigos, familias y algunos solitarios no dejaban de llegar a la Ciudad Universitaria para disfrutar de este encuentro musical en el que las emociones y expectativas no se perdieron en ningún momento. Cada vez que terminaban las actuaciones y los músicos recogían sus instrumentos, en la enorme pantalla que hubo al centro del escenario se proyectaron videos de cantantes como Mercedes Sosa, que despertaron el entusiasmo de la gente.
Cuando subió al escenario el grupo chileno Inti Illimani se escucharon gritos de alegría, sobre todo cuando interpretó “Cuecas al sol”, y también cuando al grupo del movimiento musical de la nueva canción chilena se unieron Isabel y Tita Parra; hija y nieta de Violeta Parra, que deleitaron al público con varias canciones, entre las cuales destacó la emblemática “Qué vivan los estudiantes”.
Uns de las actuaciones más esperados fue la de Óscar Chávez quien con su portentosa voz declaró estar feliz de regresar a territorio universitario. Entre el repertorio del “Caifán Mayor” las canciones más coreadas fueron “La Mariana” y, desde luego, “Macondo”.
No pasó mucho tiempo para que Tom, Zeca, Moreno y Caetano Veloso se instalaran con sus guitarras y micrófonos en el escenario.
El pionero del tropicalismo en Brasil, Caetano Veloso, acompañado de sus hijos tocó por alrededor de una hora canciones del álbum Ofertorio. Él y sus hijos, no sólo utilizaron sus voces, guitarras, un pandero y un piano, también hicieron música con un plato, un cuchillo y dos lijas. Terminaron de ganarse al público mexicano cuando Caetano interpretó “Cucurrucucú, paloma” y “Bésame mucho”. El talento y virtuosismo de estos músicos fascinaron a todo el público que no paraba de gritar al unísono “¡Otra, otra!”. Tres veces regresaron los artistas al escenario y tres canciones fuera de programa fueron interpretadas.
Al terminar el concierto el secretario de Cultura de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, nombró a todos los músicos que participaron en este concierto como embajadores de la Capital Cultural de América; y le dio a Óscar Chávez el reconocimiento como Patrimonio Vivo de la Capital.
En este festival la gente bailó y cantó en un ambiente alegre por alrededor de cinco horas. Para muchos el concierto fue la oportunidad para ver nuevamente, a sus cantantes favoritos y, para otros, fue la posibilidad de conocerlos y vivir la experiencia de un concierto masivo dentro de la Universidad con músicos de gran calidad y compromiso.

Fotografías de @CuandoCuentasCantas para Cancionistas Oficial. RMI agradece que se nos haya permitido publicar estas imágenes.
Foto en blanco y negro: Óscar Chávez cantando en CU en 1968, tomada de fototecanacional.com