Los niños fueron festejados por primera vez en México en el año 1924, pero no el 30 de abril sino el día 1º de mayo con la intención de que se les protegiera y se reconocieran sus derechos como trabajadores (muchos niños trabajaban formalmente en ese México de la postrevolución y hasta 1962 el Artículo 123 de nuestra Constitución permitió el trabajo de los niños mayores de 12 años). La iniciativa del festejo en 1924, fue de la Junta Federal de Protección a la Infancia, presidida por el médico y político campechano José Manuel Puig Casauranc. A partir del año siguiente las fechas se separaron y la celebración de los niños se pasó para el último día de abril.
Esto que ocurrió en México, está relacionado también con el hecho de, que precisamente en el año 1924, la organización internacional Save the Children estructuró, por primera vez, un documento sobre los derechos de los niños a partir de las reflexiones de Eglantyne Jebb, activista social británica que había percibido la necesidad urgente de proteger a la infancia frente a los estragos causados por la Primera Guerra Mundial. En diciembre de ese año la Sociedad de Naciones estableció un acuerdo al respecto al que conocemos como “La Declaración de Ginebra”.
Sin embargo, fue hasta 1989 (hace sólo 30 años) cuando la ONU aprobó La Convención sobre los Derechos del Niño, el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante que incorporó toda la gama de derechos humanos: civiles, culturales, económicos, políticos y sociales orientados hacia la infancia.
Proteger a las niñas y los niños, cumplir y hacer cumplir cabalmente sus derechos, es el compromiso que debemos tener presente cada 30 de abril y todos los días del año.
La imagen que compartimos con ustedes es del fotógrafo jaliciense José María Lupercio (1870-1927) se llama “Niño Vendedor de Periódicos” y fue captada en el año 1905. También presentamos el mural de Diego Rivera (1886-1957) “La Piñata” pintado en 1953.