…en México renazco aquí me quedo
y mi voz se volvió mi identidad
mi fuerza, mi salud y mi verdad…
Betsy Pecanins “Ave Phoenix”.
Murió Betsy Pecanins. La noticia nos tomó por sorpresa y nos dejó tristes, muy tristes. Hace sólo unos días se presentó en un foro de la Ciudad de México, y apenas unos meses atrás disfrutamos de su espectáculo en el Teatro de la Ciudad. Suponíamos que Betsy seguiría caminando, siempre renaciendo, siempre encontrando la fuerza para seguir adelante. La imaginábamos grabando “Ave Phoenix” (su último proyecto). La imaginábamos inventando nuevos universos en diferentes escenarios, la imaginábamos siguiendo su ruta, creando, convocando a grandes músicos, haciendo realidad grandes proyectos… La Reina del Blues en México, la gran cantante, la mujer de expresión sincera, profunda y libre. Aquella que nació en Yuma, Arizona y que llegó a México en 1977, aquella que encontró en el blues la mejor manera de hablarle a la vida, aquella que le puso sonido a los sentimientos y a las emociones de muchos y de muchas. “La música es un acto de integración, de amor y de hondura. Para cantar el blues es necesario que expreses tu visión del mundo, de ti mismo, del otro. El blues es también sensualidad, humor, placer, dolor, dignidad. En el blues no hay medias tintas, es estar conectado con el alma, conectarse a uno mismo, es conmovedor…” (esto, dicho por Betsy en una conferencia en la Escuela Del Rock a la Palabra, lo compartió hoy en su cuenta de FB la también cantante Hebe Rosell).
Era gentil, alegre, cuidadosa en su trabajo, intensa, enormemente creativa. Deja bellísimos recuerdos, grandes amigos, colegas que la admiraban, alumnos que se nutrieron de sus enseñanzas sobre las posibilidades de la voz humana, y deja, sobre todo, muchos, muchos, muchos oyentes agradecidos. Perdurará la fuerza de su creatividad, sus grabaciones, sus ideas y la manera en la que supo reunir las expresiones de las “músicas necesarias” (el blues, el jazz, la canción ranchera). La huella de Betsy Pecanins seguirá presente en los sonidos de México. Cerramos esta nota de recuerdo y homenaje a Betsy con las palabras de Germán Palomares Oviedo, gran conocedor del jazz y Gerente de Horizonte:
“Betsy Pecanins tenía un espíritu tan resistente como una fortaleza, aunque su cuerpo fuera, ciertamente, frágil. Su capacidad interpretativa surgía de su predilección por contar “historias verdaderas”. Muchas, historias de amor y desamor, aunque todas emanadas de su corazón adolorido. Si cada una de sus canciones le hubiera dado un hálito de vida, no estaríamos hoy hablando de su partida. Betsy lograba magnificar su estatura, pues desde que se ubicaba en el escenario crecía y crecía, como conectada a una de esas bombas para conformar esferas. En la mañana del martes 13, Betsy zarpó. Y desde donde se encuentre, nos estará recordando que sólo vale la pena vivir si se está del lado de los que se quejan menos y se reinventan más. Por su ejemplo, nos haremos menos vulnerables, aunque, al recordarla nos embargue un estado de ánimo bluesy”.