Pese a que los horóscopos sigen siendo populares, o que los adivinos y videntes salgan en televisión, parece ser que la mayoría de la gente prefiere no saber que le deparará el futuro.
Saber lo que traerá el futuro, sea bueno o malo, no es atractivo para la mayoría. Así lo demuestra un estudio realizado con voluntarios de España y Alemania. Según el informe, entre el 85 y el 90% de los participantes no quería saber ninguna posible predicción relacionada con sus vidas, no importando si era buena.
A los participantes se les preguntaba por una amplia gama de eventos potenciales, tanto positivos como negativos. Por ejemplo, si querrían saber ¿quién ganaría un partido de fútbol?, ¿qué les iban a regalar por su cumpleaños?, ¿si hay vida después de la muerte? y ¿si su matrimonio terminaría en divorcio?
Aunque las personas eran de distintas edades y educación, la mayoría (el 85%) rechazaron saber las respuestas.
Según el autor del estudio, el resultado tiene su lógica. Saber que nos va a pasar algo malo puede tener efectos devastadores sobre el espíritu humano. Y, al contrario, conocer por anticipado una buena noticia, puede destruir la emoción y la ilusión que conlleva la espera de ese evento.
¿A usted le interesaría conocer su futuro, sea bueno o malo lo que viene?
Bien lo dice Luis Enrique… Yo no sé mañana…