Esta regla dice que si un alimento se cae, podemos recogerlo dentro de los 5 primeros segundos, y todavía será posible comernos lo que ha caído, sin que las bacterias se hayan apoderado de él, siempre y cuando no termine cayendo en barro, tierra, o suelos realmente sucios.
Anthony Hilton, profesor de Microbiología de la Universidad de Aston, ha llevado a cabo un estudio para analizar si la popular regla de los cinco segundos es cierta.
Esta investigación se ha llevado a cabo con pan, pastas, galletas y caramelos caídos sobre tres tipos de suelo: azulejo, duela y alfombra, en intervalos de 3 a 30 segundos. En todos ellos se analizó la presencia de la bacteria E. coli y la Staphylococcus aureus.
El estudio demostró que el tiempo es un factor clave para que las bacterias se transmitan o no al alimento, pero el tipo de suelo es otro elemento a tener en cuenta. Para el asombro de muchos, los investigadores comprobaron que el suelo con menores posibilidades de contaminar la comida es la alfombra. Los azulejos y las duelas son, por el contrario, los mejores aliados de los microorganismos para contaminar alimentos.