Estos días las palabras huachicol y huachicolero están en boca de todos. Hoy les diremos cuál es el origen de estos términos.
Su origen viene de la palabra “waach” o “huach” que los mayas utilizaban para referirse a los forasteros, principalmente a una tribu nómada del centro del territorio mexicano que consumía peyote ceremonialmente y preparaba bebidas “espirituosas” con tuna, mezquites y maguey. Estas bebidas recibían el nombre de huachicol, pero hasta ese entonces no tenía nada que ver con gasolinas o robos.
Con la conquista, llegaron al territorio mexicano nuevos métodos de destilación y producción de bebidas alcohólicas que dieron origen a productos como el mezcal y el tequila. En ese momento el mercado del consumo de alcohol empezó a cambiar y los huachicoleros (productores de bebidas) vieron una oportunidad de negocio diluyendo y adulterando dichos brebajes. Las bebidas que adulteraban representaban un gran peligro a la salud que podía causar fuertes dolores de cabeza, temblores, ceguera y a veces hasta la muerte.
Con la aparición de los vehículos a motor y la gasolina, surgió otra oportunidad de negocio: llevar gasolina a poblados donde no existían gasolineras pero sí la necesidad de este combustible para alimentar motores o vehículos de carga, principalmente en ranchos. En el trayecto, algunos comerciantes diluían el combustible para incrementar sus ganancias de una forma deshonesta y, recordando la misma mala práctica en la venta del alcohol, se les empezó a llamar huachicoleros.
En la actualidad no existe la necesidad de llevar combustible a zonas remotas, pero sí distribuirlo en todo el país a través de ductos y, como ha sido el caso en muchas décadas, a los vendedores de esta gasolina robada se les sigue llamando huachicoleros y a su producto huachicol.