¿Quién no ha soñado con ser perseguido, con volar, con que se te cae un diente o estar desnudo en público?
Todos los seres humanos tenemos sueños que pueden ser muy vívidos y a cuyo surrealismo buscamos darle explicación.
De hecho es objeto de estudio de muchos científicos, quienes han llegado a la conclusión de que nuestros sueños dramatizan preocupaciones, pero que tienen tres funciones en particular.
En primer lugar, pudiera ser que en los sueños los seres humanos practicamos como sobrellevar amenazas. Es por ello que a veces podemos soñar con persecuciones, luchar con bestias o animales y como responder ante insultos.
Otra de las funciones de los sueños es la consolidación de la memoria a través de la recopilación de recuerdos.
Una tercera función es la reducción de nuestros temores y miedos a través de una exposición “imaginaria” de aquellas situaciones a las que tememos.
En nuestros sueños, pues, se refleja buena parte de lo que nos preocupa en la vida, lo que nos interesa y lo que añoramos.